EL CALCOLÍTICO Y
En la etapa final del período megalítico, del 2100 al
A continuación tenemos la larga etapa que abarca hasta
Calcolítico. Tenemos pocas piezas arqueológicas y yacimientos que podemos incluir en este apartado, que necesita ser investigado con más profundidad. Se localizaron diferentes fragmentos de cerámica del tipo “campaniforme”, en la necrópolis megalítica de Cotogrande (Cabral), que nos hablarían que las últimas ofrendas que se van a depositar en dicho lugar, se realizaran alrededor de este momento prehistórico. Luego tenemos, dos interesantes cuevas, que aunque poseen materiales que pertenecen a las etapas prehistóricas posteriores, también en ellas se han recogido vasijas cerámicas que podemos datar en esta época: se trata de las cuevas de “O Folón” y “(Porteliña” ( Coruxo), que podemos ver envueltas en un contexto ritual y funerario más que de lugar de habitación. Pero en la cercana parroquia de Saiáns, en el lugar denominado “Cal de Ouiteiro” se han localizado diversos fragmentos cerámicos que apuntan a esta cronología y que podrían estarnos indicando un posible hábitat calcolítico. También, fruto de la realización de las últimas excavaciones llevadas a cabo en el el “Monte Cabanas”, cerca donde se ubican las instalaciones de las facultades de
A esta época o/y a la transición de la siguiente, correspondería el famoso ajuar funerario de la cista de Atios ( O Porriño) compuesto por dos puñales o espadas cortas de espigo de cobre y tres joyas (dos de oro y una de plata), que podemos apreciar en nuestro museo.
Bronce Inicial.- La primera fase o Bronce Inicial (1800-1500 antes de Jesucristo), se caracteriza por el trabajo fundamental de cobre, y también joyas de plata y oro.
El tipo de enterramiento son los del tipo de cista o de túmulo sin cámara, siempre con inhumación individual.
El ajuar de los mismos suelen ser puñales o espadas cortas de hoja plana, puntas tipo palmela, diademas laminadas de oro muy bien trabajadas, joyas áureas gallonadas y las denominadas placas de arqueo. A este tipo correspondería la cista de Atios, de la que hablamos anteriormente.
De esta primera fase, no poseemos piezas arqueológicas localizadas dentro del término municipal de Vigo.
Bronce Medio.- La segunda fase o Bronce Medio (1500-100 antes de Jesucristo) se caracteriza por la aleación binaria de cobre y estaño (bronce) de sus útiles metálicos. También se continuará la orfebrería áurea. Se producen hachas planas y espadas. El tipo de enterramiento es igual o parecido al anterior.
De esta segunda fase tenemos dos hachas de bronce encontradas en el Castro de Vigo y en Zamáns, la primera depositada en el museo provincial de Pontevedra y la segunda, está en una colección privada.
Bronce Final.- La tercera fase o Bronce Final/ Atlántico (1000-
De esta tercera fase tenemos, un hacha de talón o de tope encontrada en Tallarín (Matamá) con una sóla anilla; otra en Castrelos, con nervio central pero sin anillas; un fragmento de una hacha de talón de dos anillas del castro de “As Torres de Padín” (Teis); el interesante depósito de hachas de Estea (Saiáns); y por último, las hachas localizadas en las recientes excavaciones del castro de “Punta do Muiño) en la parroquia viguesa de Alcabre.
En este largo período de bronce, la economía, en líneas generales, está basada en una agricultura cerealista, también completada por la recolección, ganadería y caza.
Al mismo tiempo la práctica de la metalúrgica también supone una explotación minera, el intercambio de metales y un mayor avance tecnológico.
En la sociedad se advierte una mayor estratificación social y un aumento de la especialización laboral. Y debido a la actividad bélica, que se incrementa en este momento, el guerrero posiblemente adquiere un "status" elevado, tal y como se documenta también en los diversos ajuares encontrados en las cistas de enterramiento. Los tipos de enterramiento ya no son colectivos como en la etapa anterior, sino individuales, en cistas o en túmulo sin cista.
El mundo religioso se hace más complejo, continuándose la tradición anterior megalítica, y al mismo tiempo surgen nuevos elementos como son el posible culto al agua y al sol.
Otra de las manifestaciones de este período, y que continúa en la edad de hierro e incluso en épocas posteriores, es el denominado Arte Rupestre. Debemos aclarar que las últimas investigaciones, apuntan que la mayoría del mismo, correspondería al Calcolítico, siempre hablando de grabados de época prehistórica.
Este arte rupestre se caracteriza por estar grabado sobre rocas al aire libre, los que normalmente se denominan petroglifos. Estos grabados o insculturas eran realizados por piqueteado y/o abrasión de la roca, formando un surco de sección en U en la misma. En la actualidad la visión de los mismos a veces es difícil debido al fuerte proceso erosivo.
El repertorio de motivos representados es amplio, en toda el área gallega: cazoletas, combinaciones circulares, laberintos, espirales, antropomorfos, zoomorfos, armas,... pudiendo aparecer estos motivos aislados o asociados entre sí formando conjuntos muy complejos.
Su interpretación es aún difícil, dándose diversas teorías al respecto de su significado. Únicamente son reconocibles, en dichas representaciones, algunas armas, figuras humanas y zoomorfos, el resto de los motivos son de carácter abstracto y por lo tanto de difícil identificación. Las teorías más comunes son las de atribución simbólica religiosa.
En nuestro municipio el número de estaciones rupestres conocidas es elevado, poseemos cerca de 30 petroglifos, debido a la intensa prospección llevada a cabo en los últimos años.
A modo de resumen pasamos a mencionar las parroquias de Vigo donde se han descubierto petroglifos hasta la actualidad, destacando alguna de las estaciones: en la parroquia de Beade, "O Eixón"; en Comesaña, "Carballo do Castro", "Monte de Guieira", "Monte da Regueria"; en a parroquia de Coruxo "Granseo", "Os Covelos", barrio de "A Luz", barrio de "Fragoselo" donde destaca la denominado "Pedra Moura"; en Navia, "Laxielas" y "Quintela"; en Oia, "Monte do Castro" y "Gondufe"; en Teis, "Gondosende"; y en Valladares, "A Gándara" y "Freixo"; por último, entre Coruxo y Saiáns, “O Mauxo”. En estos grabados predominan los motivos de cazoletas, combinaciones circulares, formas cuadrángulares y elípticas. Sólo poseemos una representación de un cérvido, en “Millaradas” en la parroquia de Valladares; y una representación de un arma, más concretamente de una alabarda enmangada, en el barrio de “A Laxe” en Sárdoma.
No podemos dejar de mencionar antes de concluir este análisis del arte rupestre de esta área geográfica sin referirnos a los petroglifos de armas de "Poza da Lagoa" y "Auga da Laxe", que aunque no se localizan dentro de los términos municipales vigueses se encuentran en una zona inmediata.
El primero se enclava en la parroquia de Trasmaño, en el ayuntamiento de Redondela y en él se pueden apreciar varias alabardas enmangadas, puñales o espadas cortas, un hacha enmangada y restos de otras posibles representaciones de armas.
El segundo se localiza en la ladera Oeste del Monte Galiñeiro, en el conocido "Monte dos Aruidos" y más concretamente en una gran roca de unos 10,30 metros de largo por
En total se pueden contabilizar hasta 25 representaciones de armas: 11 puñales o espadas cortas, 6 alabardas enmangadas y 8 "escutiformes". Llama poderosamente la atención la gran espada que domina la zona central del petroglifo que mide
Nota.- Como ilustraciones, tenemos, varias cuatro hachas del depósito de Estea (Saiáns); la pequeña hacha de Tallarín (Matamá) y un detalle de la representación de armas del petroglifo de “A Laxe” (Sárdoma).
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