El Castro de
Vigo: contextualización geográfica y cultural
Datación tópica
y cronológica
El castro que nos ocupa se encuentra dentro del Valle
del Fragoso, en el extremo suroccidental de la provincia de Pontevedra,
integrado por una veintena de parroquias englobadas en el término municipal de
Vigo.
Se trata de un
valle abierto hacia el mar, bañado por las aguas de la ría de Vigo, la
más meridional de las Rías Bajas gallegas y la de mayor longitud (HIDALGO y
PEREIRA, 1999). Su situación estratégica hace de la zona un lugar muy favorable
para los contactos marítimos a la vez que para el comercio con las zonas del
interior: el terreno facilita las rutas terrestres y las fluviales. Su
orografía quebrada, constituida por alturas de 300 metros de media,
establece una frontera natural entre Vigo y los municipios de Nigrán, Redondela
o Mos.
El clima
del Fragoso es benigno, suave y húmedo, propiciando un suelo abundante
en vegetación y fértil para el cultivo: los inviernos son tibios (con una
temperatura media de 10º) y los veranos ligeramente calurosos (20º), con una
amplitud térmica anual bastante débil, de unos 10º. El volumen anual de agua
caída es bastante alto -superior a 1.000 mm- y el número de días de lluvia al
año, elevado; todos los meses registran alguna precipitación (HIDALGO, 1987 A).
El Castro se emplaza en el centro de la ciudad
de Vigo, en el denominado Monte do Castro, cuya cota más alta se sitúa
hacia los 147 metros
sobre el nivel del mar.
Sus coordenadas geográficas son: 08º 43’ 30’’ longitud occidental y
42º 14’
00’’ latitud septentrional, de acuerdo con los datos del Instituto Geográfico
Nacional que se presentan en la hoja 223 del Mapa Topográfico Nacional,
correspondiente a Vigo; escala 1: 50.000; y fotografía aérea número 13.345,
rollo 145 del vuelo nacional 1956-57 del Servicio Geográfico del Ejército,
escala aproximada 1:30.000 (HIDALGO, 1983).
Se cree que el poblado castreño debió abarcar todo el
perímetro del monte, aunque en la actualidad, debido a las múltiples modificaciones
antrópicas que ha sufrido el lugar a lo largo de los siglos, resulta
imposible trazar su contorno primitivo: se desconocen las dimensiones de su
recinto y su sistema defensivo, y tampoco se puede saber si poseía terrazas de
expansión (HIDALGO y PEREIRA, 1999). Las principales transformaciones físicas
del yacimiento fueron consecuencia del levantamiento de una fortaleza en
el siglo XVII (conocida como “el Castillo”), que ocupa en la actualidad la cima
del monte.
La cronología del Castro de Vigo iría desde el siglo
II a.C. hasta el III d.C., distinguiéndose claramente tres niveles de
ocupación, en los que destacan un primer nivel indígena, hasta el siglo I a.C,
y un segundo nivel galaico-romano, a partir del cambio de era. El momento de mayor
auge del poblamiento se correspondería con el de la primera mitad del siglo I
d.C.