Luego de cerca de 20 años de intervenciones arqueológicas en la zona de "O Areal" de Vigo, han dejado al descubierto diversas estructuras arquitectónicas que han tenido distinta suerte, en lo que a conservación se refiere, también nos han proporcionado piezas singulares que hasta el día de hoy apenas han merecido estudios específicos, cuando por la importancia de cada uno de ellos, debía de haberse estudiado monograficamente los mismos y publicando los resultados a la comunidad científica y al público en general, para que pudieran evaluar por los análisis realizados a ellos, la singularidad e importancia que suponen el haber sido descubiertos en nuestra ciudad, que aún hasta hace unas décadas, se ponía ne cuestión el papel fundamental que juego en el proceso de la romanización del noroeste peninsular, a través sobre todo, de las relaciones comerciales atlánticas y mediterráneas que poseyó nuestra zona geográfica en plena etapa romanizadora, que podemos fechar desde el siglo I al V despues de Jesucristo.
Hoy traemos aquí, algunas de estas piezas que analizaremos a continuación muy brevemente, a la espera, que las personas que deben de hacerlo publiquen los estudios oportunos sobre las mismas.
Siguiendo la numera de la fotografía-puzzle que ilustra este comentario podemos apuntar las siguientes consideraciones:
El número 1 nos presenta un ara romana entera con una extensa incipción latina que la hace muy particular e importante. La interpretación de los líneas grabadas origino un extenso debate en las páginas especializadas por internet, pero hasta la actualidad no se ha publicado ni las circunstancias concretas del contexto arqueológico del hallazgo ni los palalelismos ni conclusiones previas a las que nos pueden llevan. De entrada, lo que es indudable, a primera vista, y observando la magnífica colección lapidaria romana que se custodia en el museo municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad, que pertecene a la misma época y posiblemente fue realizada por el mismo taller de cantería ( teniendo en cuenta el tipo de granito, la tipología de la pieza, la forma de trabajo de cantería, ...) que las inscripciones encontradas de forma fortuita en 1952. Lo que podemos adelantar es que se trata de una ara funearia mandada hacer por una mujer, de nombre Iulia, en recuerdo de su hijo y su nieta, consagrada a los dioses "manes" ( de la familia). Está entera y posee una estado muy bueno de conservación.
El número 2 nos muestra de collar de cuentas de ambar y en los extremos del mismo, de piedra semipreciosa de tonalidad verde, correspondiente a un ajuar funerario localizado en un solar de la calle Hospital, que se podría fechar hacia los siglos IV-VI despúes de Jesucristo. Son muy escasas las joyas romanas realizadas con este material y destaca la buensa conservación del mismo. Ya en este marco cronológico podemos hablar de influencias suévicas en nuestra zona geográfica.
El número 3 nos muestra un interesante colgante de hueso decorada en su parte superior, con líneas incisas paralelas, horizontales y oblícuas. También se localizó en la misma zona que la pieza anterior y por desgracia posee la parte de sujección rota. El estado de conservación es bueno y está custodiado en citado museo vigués.
El número 4 es un pecular objeto de bronce que podemos identificar como un instrumento utilizada en la medicina, por paralelismos similares en otros yacimientos romanos del siglo III-IV despúes de Jesucristo. Sus dos extremos presentan una parte muy afilada y adecuada a sus fines quirúrgicos.
El número 5 nos presenta un martillo de hierro muy bien corservado, que presenta sus tipos extremos para golpear y para hacer palanca y en la parte central el hueco para el enmange, que sería como es habitual de madera y por esas circunstancias no ha llevado hasta nosostros. Piezas similares relacionadas con la construcción romana la más cercana la tenemos en el pico de hierro localizado en la villa romana de Toralla y diveros utillajes en las excavaciones urbanas de Lugo.
Sin embargo, en donde poseemos un gran repertorio de este tipo de materiales, los podeos ver en el museo monográfico de Conímbriga, ya en tierras portuguesas.
El número 6 nos ofrece una pieza muy singular y muy difícil de localizar por el material en que se encuentra fabricada: se trata de suela de cuero correspondiente a la típica sandalia romana. En la ilustración que reproducimos aquí, se ha colocado una escala en centímetros, para que podamos hacernos una idea de sus medidas. Por lo visto, equivale a lo que podríamos hoy llamar al número 38 de talla. Se pueden apreciar claramente las tachuelas que bordeaban la misma y la sujetaban a la parte supeiror. Los paralelos más próximos y muy similares son las encontradas en la extraordinaria villa romana de La Olmeda, en Palencia.
Y por último, en el número 7, tenemos el famoso ungüentario bizantino posiblemente, del que tanto habló en su momento la prensa local, debido al traslado provisional del mismo para ser expuesto en el museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela y finalmente se ha queado en nuestra ciudad y puede ser contemplado en el Museo "Quiñones de León". Su estado con servación es muy bueno a pesar que no posee la parte correspondiente al borde de la boca del mismo. Hace poco tiempo se ha presentado el primer estudio sobre esta pieza, que espera un análisis definitivo que pueda englobar todos los hallazgos aparecidos en esta zona amplia y tan llena de hallazgos espectacualres como es la zona de O Areal y Rosalía de Castro.
sábado, 30 de enero de 2010
lunes, 18 de enero de 2010
EL CASTRO DE VIGO QUE MIRABA EL CASTRO DE " A GUÍA " DE TEIS
El castro de Vigo, como ya comentamos en diversos artículos, en el siglo primero después de Jesucristo, se extendida por toda la superficie que hoy día ocupa el Parque Municipal del mismo nombre y zonas adyacentes, como las dieferentes calles urbanas que rodean en la actualidad el citado monte. Hoy hablaremos de la parte del poblado castreño que situado hacia el Naciente, tenía como vista privilegiada a la ría de Vigo adentrándose hacia el interior y el castro de "A Guía", situado en la parroquia viguesa de Teis.
Por desgracia esta parte del poblado del castro de Vigo, no es conocida por la mayoría de los visitantes a este yacimiento, pues al dejar sólo en la vertiente opuesta, las construccciones castreñas localizadas en la excavaciones arqueológicas llevadas acabo a lo largo de muchos años, no son conocidos los resultados obtenidos en la parte opuesta, pues en el momento que fueron localizados y bien documentados, se taparon al público y hou en día no son visibles a la personas que se acercan a esta zona.
La altura sobre el nivel del mar es la misma que en la que se encuentran las otras construcciones localizadas en su ladera opuesta, pero su cronología aquí, se va a central en el momento de mayor auge del poblado: el siglo I después de Jesucristo.
Analizando tanto las estructuras localizadas como los materiales recogidos, vemos que está zona podría funcionar como una parte de trabajo del castro y por otra, el lugar donde se depositaban los abundantes desperdiciones de los habitantes del castro, sobre todo de los grandes envases en los que traían productos alimentarios exóticos a esta área geográficas. Me refiero, claro está, a los abundantes restos anfóricos, que transportaban aceite, salsas, aceitunas,..del sur de la península ibérica, eran desembarcadas en la zona del Areal y subidas luego al castro. Desde este lugar, si que tenemos una vista buena de la zona del puerto romano en esa época, como lo atestiguan los restos constructivos y hallazgos de materiales arqueológicos localizados en esa zona.
En cuanto al trabajo que se desarrolla en esta zona, nos viene dada por los grandes rebajes realizados en la roca base y en los numerosos huecos de diferentes formas y medidas encontrados aquí. Algunos son sin lugar a dudas depósitos para alimentos y otros, estarán vinculados a las construcciones pétreas, las cuales no poseen ningún hogar y que podemos descartarlas como viviendas.
Nuevas excavaciones arqueológicas en esa zona nos podría aportar más datos sobre este particular, así como recoger la gran cantidad de material arqueológico muy bien conservado, localizado en anteriores campañas de sondeos.
Como curiosidad traigo aquí dos imágenes que nos ilustran este comentario: en una vemos los rebajes de la roca base citados y que fueron encontrados de forma contínua y muy bien conservados; y en la fotografía situada abajo de la anterior, podemos ver un detalle de un pavimento cerámico, realizado integramente con fragmentos de ánforas, situado entre dos estructuras pétreas y que podría servir para impedir la filtración de agua en las mismas.
Finalizo este comentario justificando el título del mismo. Si la parte que hoy se ha debajo para el disfrute del público en la ladera del poniente con unas estupendas vistas a nuestra ría, la parte del lado opuesto, miraba de forma directa al antiguo castro de A Guía, situado también en un punto estratégico priveligiado, que pudiera poseer también un papel tan importante como el castro de Vigo, pero por desgracia nunca se lleagaron a realizar excavaciones arqueológicas sistemáticas de investigación, para poder saber más de este poblado, que eran al que miraban los pobladores del castro de Vigo, que habitaban la ladera del naciente, todos los días.
Por desgracia esta parte del poblado del castro de Vigo, no es conocida por la mayoría de los visitantes a este yacimiento, pues al dejar sólo en la vertiente opuesta, las construccciones castreñas localizadas en la excavaciones arqueológicas llevadas acabo a lo largo de muchos años, no son conocidos los resultados obtenidos en la parte opuesta, pues en el momento que fueron localizados y bien documentados, se taparon al público y hou en día no son visibles a la personas que se acercan a esta zona.
La altura sobre el nivel del mar es la misma que en la que se encuentran las otras construcciones localizadas en su ladera opuesta, pero su cronología aquí, se va a central en el momento de mayor auge del poblado: el siglo I después de Jesucristo.
Analizando tanto las estructuras localizadas como los materiales recogidos, vemos que está zona podría funcionar como una parte de trabajo del castro y por otra, el lugar donde se depositaban los abundantes desperdiciones de los habitantes del castro, sobre todo de los grandes envases en los que traían productos alimentarios exóticos a esta área geográficas. Me refiero, claro está, a los abundantes restos anfóricos, que transportaban aceite, salsas, aceitunas,..del sur de la península ibérica, eran desembarcadas en la zona del Areal y subidas luego al castro. Desde este lugar, si que tenemos una vista buena de la zona del puerto romano en esa época, como lo atestiguan los restos constructivos y hallazgos de materiales arqueológicos localizados en esa zona.
En cuanto al trabajo que se desarrolla en esta zona, nos viene dada por los grandes rebajes realizados en la roca base y en los numerosos huecos de diferentes formas y medidas encontrados aquí. Algunos son sin lugar a dudas depósitos para alimentos y otros, estarán vinculados a las construcciones pétreas, las cuales no poseen ningún hogar y que podemos descartarlas como viviendas.
Nuevas excavaciones arqueológicas en esa zona nos podría aportar más datos sobre este particular, así como recoger la gran cantidad de material arqueológico muy bien conservado, localizado en anteriores campañas de sondeos.
Como curiosidad traigo aquí dos imágenes que nos ilustran este comentario: en una vemos los rebajes de la roca base citados y que fueron encontrados de forma contínua y muy bien conservados; y en la fotografía situada abajo de la anterior, podemos ver un detalle de un pavimento cerámico, realizado integramente con fragmentos de ánforas, situado entre dos estructuras pétreas y que podría servir para impedir la filtración de agua en las mismas.
Finalizo este comentario justificando el título del mismo. Si la parte que hoy se ha debajo para el disfrute del público en la ladera del poniente con unas estupendas vistas a nuestra ría, la parte del lado opuesto, miraba de forma directa al antiguo castro de A Guía, situado también en un punto estratégico priveligiado, que pudiera poseer también un papel tan importante como el castro de Vigo, pero por desgracia nunca se lleagaron a realizar excavaciones arqueológicas sistemáticas de investigación, para poder saber más de este poblado, que eran al que miraban los pobladores del castro de Vigo, que habitaban la ladera del naciente, todos los días.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)