El castro de Vigo, como ya comentamos en diversos artículos, en el siglo primero después de Jesucristo, se extendida por toda la superficie que hoy día ocupa el Parque Municipal del mismo nombre y zonas adyacentes, como las dieferentes calles urbanas que rodean en la actualidad el citado monte. Hoy hablaremos de la parte del poblado castreño que situado hacia el Naciente, tenía como vista privilegiada a la ría de Vigo adentrándose hacia el interior y el castro de "A Guía", situado en la parroquia viguesa de Teis.
Por desgracia esta parte del poblado del castro de Vigo, no es conocida por la mayoría de los visitantes a este yacimiento, pues al dejar sólo en la vertiente opuesta, las construccciones castreñas localizadas en la excavaciones arqueológicas llevadas acabo a lo largo de muchos años, no son conocidos los resultados obtenidos en la parte opuesta, pues en el momento que fueron localizados y bien documentados, se taparon al público y hou en día no son visibles a la personas que se acercan a esta zona.
La altura sobre el nivel del mar es la misma que en la que se encuentran las otras construcciones localizadas en su ladera opuesta, pero su cronología aquí, se va a central en el momento de mayor auge del poblado: el siglo I después de Jesucristo.
Analizando tanto las estructuras localizadas como los materiales recogidos, vemos que está zona podría funcionar como una parte de trabajo del castro y por otra, el lugar donde se depositaban los abundantes desperdiciones de los habitantes del castro, sobre todo de los grandes envases en los que traían productos alimentarios exóticos a esta área geográficas. Me refiero, claro está, a los abundantes restos anfóricos, que transportaban aceite, salsas, aceitunas,..del sur de la península ibérica, eran desembarcadas en la zona del Areal y subidas luego al castro. Desde este lugar, si que tenemos una vista buena de la zona del puerto romano en esa época, como lo atestiguan los restos constructivos y hallazgos de materiales arqueológicos localizados en esa zona.
En cuanto al trabajo que se desarrolla en esta zona, nos viene dada por los grandes rebajes realizados en la roca base y en los numerosos huecos de diferentes formas y medidas encontrados aquí. Algunos son sin lugar a dudas depósitos para alimentos y otros, estarán vinculados a las construcciones pétreas, las cuales no poseen ningún hogar y que podemos descartarlas como viviendas.
Nuevas excavaciones arqueológicas en esa zona nos podría aportar más datos sobre este particular, así como recoger la gran cantidad de material arqueológico muy bien conservado, localizado en anteriores campañas de sondeos.
Como curiosidad traigo aquí dos imágenes que nos ilustran este comentario: en una vemos los rebajes de la roca base citados y que fueron encontrados de forma contínua y muy bien conservados; y en la fotografía situada abajo de la anterior, podemos ver un detalle de un pavimento cerámico, realizado integramente con fragmentos de ánforas, situado entre dos estructuras pétreas y que podría servir para impedir la filtración de agua en las mismas.
Finalizo este comentario justificando el título del mismo. Si la parte que hoy se ha debajo para el disfrute del público en la ladera del poniente con unas estupendas vistas a nuestra ría, la parte del lado opuesto, miraba de forma directa al antiguo castro de A Guía, situado también en un punto estratégico priveligiado, que pudiera poseer también un papel tan importante como el castro de Vigo, pero por desgracia nunca se lleagaron a realizar excavaciones arqueológicas sistemáticas de investigación, para poder saber más de este poblado, que eran al que miraban los pobladores del castro de Vigo, que habitaban la ladera del naciente, todos los días.
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