EL ABANDONO DE LA VILLA ROMANA DE TORALLA (VIGO)
Según los datos que obran en nuestro poder las villas romanas de Galicia, no sufrieron una destrucción sistematica a lo largo de los siglos III-IV después de Jesucristo, como le sucedió a la mayoría de la ubicada en la Meseta, por ejemplo en la conocida villa romana de La Olmeda (Palencia), en donde se dectetaron diferentes incendios provocados y una destrucción por el paso de las "hordas bárbaras" que arrasaron buena parte de la península en esas fechas.
El caso de nuestra villa romana de Toralla, no se escapa a esa norma y a la espera de la publicación de la Memoria definitiva de los últimos trabajos de excavaciones arqueológicas, podemos decir que en la misma, en ese momento cronológico no se han localizado niveles de cenizas y destrucciones de elementos constructivos, sino que la misma continuó siendo habitada sin interrupción hasta posiblemente el siglo V ó VI después de Jesucristo.
Sin embargo, lo que podemos concretar que esta villa sufrió hacia ese período un abandono pacífico y que la mayoría de los materiales servibles fueron llevados y los materiales de construcción de las diferentes edificaciones de la misma, fueron aprovechados para levantar nuevas estructuras. Así, podemos documentar que la mayoría de las construcciones que han llegado hasta nosotros, son los cimientos de las mismas y los materiales que las formaban, fueron "arrancados" de su lugar original y utilizados en otros menesteres. De ello, nos da cuenta la casi nula llegada hasta nosotros de los grandes sillares (en ocasiones bien trabajados) que poseían los muros de la villa, que sólo podemos observar en alguna esquina y en el muro sur de la zona de calor de la misma, eso si, que formaban parte de su cimentación y por lo tanto les era más dificultoso la localización, extracción y traslado de ellos. Como anécdota, recuerdo la localización de un gran sillar encontrado en las primeras fases de excavación en la estancia mayor de la villa y que fue dejado sobre el pavimento de la misma, por razones que desconocemos.
En las fotografías que se pueden ver aquí, tenemos unas muestra de lo comentado:
En la primera, podemos ver el único recipiente cerámico entero localizado "in situ", en los citados trabajos "que se salvó" de ser llevado, por encontrarse en las cimentaciones del "hipocaustum", esto es, que no se encontraba a la vista de la gente que visitando o mejor dicho recorriendo la villa romana apunto de ser abandonada o ya estándolo, iban recogiendo lo que les podía ser útil, como lo sería esta vasija entera. Podemos decir que la totalidad de los demás materiales arqueológicos cerámicos encontrados encontrados están todos fragmentados y muy dispersos por toda la superficie del yacimiento.
En la segunda, en la que vemos una vista parcial de la villa, luego de los trabajos de consolidación y de "reconstrución", podemos observar los grandes sillares que se le han añadido en la actualidad, en sustitucción de los originales que no han aparecido durante las excavaciones, por la sencilla razón que ya habían sido extraídos para su reutilización.
martes, 13 de diciembre de 2011
sábado, 3 de diciembre de 2011
GALERIA DE IMÁGENES Y COMENTARIOS (VII)
LA CERÁMICA DE LUJO ROMANA DEL CASTRO DE VIGO
Desde el siglo II antes de Jesucristo ya podemos documentar en este poblado, la llegada de ciertas cerámicas de lujo que acrecentarán el pretigio de las personas con más posibilidades económicas en este castro. Se trata de las denominadas "cerámicas campanienses", llamadas así, por su lugar de procedencia, la región de la Campania, en Italia. Podríamos datar estas vasijas hacia el inicio del silgo II antes de Jesucristo, en sus variantes más antiguas.
A continuación de este tipo de vasijas sobretodo decorativas, cuya característica principal es su barníz negro y su imitación a determinados modelos de cerámica griega, tenemos las que se denominan generalmente el grupo de "terra sigillatas" que dependiendo de su origen de fabricación, van a poseer diversos nombres y van a corresponder a momentos cornológicos distintos, pudiendo marcar pefectamente unos períodos cronológicos para cada uno de ellos.
Así, las primeras que tenemos documentadas son las "itálicas", del centro de la península italiana, sobretodo del famoso taller de Arezzo, cerca de Roma. Este tipo cerámico llega a nuestras costas hacia el siglo I antes de Jesucristo. A continuación, aparecen las "gálicas", cuyo origen es la Galia (la actual Francia), más concretamente, de la zona sur de la misma. Su cronología la podemos situar hacia los momentos finales del siglo I antes de Jesucristo. En ese momento aparecen las "hispánicas", que llegarán de diferentes puntos de la geografía de la penínusla ibérica, tanto del sur como de la meseta castellana. Con este tipo cerámico, que comienza en el siglo I después de Jesucristo llegamos hasta el siglo siguiente en este yacimiento.
De forma aislada y periférica, tenemos documentadas cerámicas "hispánicas tardías, claras, norteafricanas y paleocristianas" que nos llevarán ya hacia los siglos III y IV después de Jesucristo.
Se han encontrado diversos fragmentos de estas ceramicas que poseen el sello del alfarero ( grabado en el fondo del recipiente), que nos facilita la clasificación y poseemos cerámicas sin decoración y otras que poseen bellas decoraciones con motivos geométricos, vegetales y también con temas mitológicos ( como el que se reproduce aquí, perteneciente a una "terra sigillata itálica").
Además de las "terra sigillatas" poseemos en el castro de Vigo, otros tipos de cerámica de lujo. Nos vienen dados por vasos de paredes finas, lucernas, ...
Lógicamente al lado de estos objetos de importación de lujo, aparecen otros productos también de prestigio que completan el activo comercio que mantuvo este poblado castreño con las demás regiones de imperio romano: vidrios, anillos, pulseras y colgantes de bronce, cuentas de collar,...
Desde el siglo II antes de Jesucristo ya podemos documentar en este poblado, la llegada de ciertas cerámicas de lujo que acrecentarán el pretigio de las personas con más posibilidades económicas en este castro. Se trata de las denominadas "cerámicas campanienses", llamadas así, por su lugar de procedencia, la región de la Campania, en Italia. Podríamos datar estas vasijas hacia el inicio del silgo II antes de Jesucristo, en sus variantes más antiguas.
A continuación de este tipo de vasijas sobretodo decorativas, cuya característica principal es su barníz negro y su imitación a determinados modelos de cerámica griega, tenemos las que se denominan generalmente el grupo de "terra sigillatas" que dependiendo de su origen de fabricación, van a poseer diversos nombres y van a corresponder a momentos cornológicos distintos, pudiendo marcar pefectamente unos períodos cronológicos para cada uno de ellos.
Así, las primeras que tenemos documentadas son las "itálicas", del centro de la península italiana, sobretodo del famoso taller de Arezzo, cerca de Roma. Este tipo cerámico llega a nuestras costas hacia el siglo I antes de Jesucristo. A continuación, aparecen las "gálicas", cuyo origen es la Galia (la actual Francia), más concretamente, de la zona sur de la misma. Su cronología la podemos situar hacia los momentos finales del siglo I antes de Jesucristo. En ese momento aparecen las "hispánicas", que llegarán de diferentes puntos de la geografía de la penínusla ibérica, tanto del sur como de la meseta castellana. Con este tipo cerámico, que comienza en el siglo I después de Jesucristo llegamos hasta el siglo siguiente en este yacimiento.
De forma aislada y periférica, tenemos documentadas cerámicas "hispánicas tardías, claras, norteafricanas y paleocristianas" que nos llevarán ya hacia los siglos III y IV después de Jesucristo.
Se han encontrado diversos fragmentos de estas ceramicas que poseen el sello del alfarero ( grabado en el fondo del recipiente), que nos facilita la clasificación y poseemos cerámicas sin decoración y otras que poseen bellas decoraciones con motivos geométricos, vegetales y también con temas mitológicos ( como el que se reproduce aquí, perteneciente a una "terra sigillata itálica").
Además de las "terra sigillatas" poseemos en el castro de Vigo, otros tipos de cerámica de lujo. Nos vienen dados por vasos de paredes finas, lucernas, ...
Lógicamente al lado de estos objetos de importación de lujo, aparecen otros productos también de prestigio que completan el activo comercio que mantuvo este poblado castreño con las demás regiones de imperio romano: vidrios, anillos, pulseras y colgantes de bronce, cuentas de collar,...
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