domingo, 25 de octubre de 2009

LA PROBLEMÁTICA DE LOS HUECOS EXCAVADOS EN LA ROCA BASE DEL CASTRO DE VIGO

Presentes en ambos lados del monte, el descubrimiento de numerosos huecos excavados en la roca base del monte del castro, plantea numerosas incógnitas, algunas de las cuales podemos trataremos de abordar en el presente comentario.
Todos los años que se realizaron excavaciones arqueológicas en la ladera del Poniente del yacimiento castreño, fueron muy numerosos los huecos u oquedades y rebajes realizados en la roca base del monte (granito de grano medio y en ocasiones, "xabre"). Poseen diversas dimensiones y características que pasamos muy brevemente a resumir a continuación. La localización de los mismos se sitúa hacia la zona intermedia de la citada área, que presenta en general un rebaje horizontal en la mayoría de su superficie, en la que se pueden ver también largos y profundos canales, pendientes de una acertada explicación.
Tenemos en primer lugar unos huecos de forma circular u oval, que miden aproximadamente un metro de diámetro y su profundiad va a varíar entre los 50 y los 100 centímetros. Estos huecos los identificamos como pías para el almacenaje de líquidos o silos, para guardar grano, por ejemplo ou otro tipo de alimento. Como nota común a todos ellos vemos, que poseen unas paredes perfectamente verticales y que están cubiertas de una argamasa de tonalidad negruzca, que los convierte en impermeables, pues al estar algunos de ellos abiertos en granito alterado o en descomposición ( lo que conocemos en la zona como "xabre"), éste permitiría la filtración del agua, si su función, por ejemplo, fuera esa. De principio, como decimos anteriomente, creemos que debemos de identificarlos como huecos, con silos de almacenaje de grano o comida en general y/o depósitos para contener agua o líquidos en en general también. Estos huecos se encontraron en medio de varias estructuras pétreas y están vinculados sin dudas con ellas.
Hay que mencionar otro hueco interesante similar a los anteriores, pero de forma rectángular, de unos dos metros de largo por 1 metro de ancho y de 80 centímetros de profundidad, detectado por debajo de una de las esquinas de una estructura de piedra, que al ser construía, lo rellenó y dejó inutilizado. Tenemos aquí, un claro ejemplo, de dos niveles de ocupación de diferente cronología.
Otro huecos excavados en la roca son de reducidas dimensiones y mayoritariamente de forma circular, aunque algunos de ellos presenta otra forma debido a lo alterado de la roca. Sus diámetros oscilan entre lod 10 y 25 centímetros y su profundidades entre los 5 y 30 centímetros. Se dectaron cerca de estructuras pétreas y nos hace pensar que su función está relacionada con las mismas, como pequeños huecos de poste, que sirvieron para sujetar diversos materiales vegetales: cercas, puertas exteriores, cierrres, para colgar y sujetar útiles de la casa,...
En la ladera del Naciente, excavada en 1987 y 1988, por medio de sondeos arqueológicos, fueron también muy abundantes del huecos excavados en la roca base. Por lo general estos silos, si aceptamos lo que comentamos anteriormente, poseen unas medidas que van de los 1,5 x 1,2 metros el mayor de ellos, a el de 1 x 0,70 metros, el más pequeño. Es de destacar como cerca los mismos, se encuentra un muro que se encuentra completamente encajado en la roca base rebajada, es decir, que se excavó la roca pra proporcionar unos sólidos cimientos a esta estructura, pero no sólo en la zanja de construcción, sino que incluso la zona del piso o pavimento se halla totalmente rebajada y adquire una superficie plana y no pendiente o inclinada, como es la del monte en esta zona.
Es interesante señalar que en esta zona se pudo documentar como algunas de las paredes verticales de estos huecos excavados en la roca base, fueron constituadas con argamasa muy contacta, una vesz que están a ras de suelo, sugueriéndonos que la parte de pared externa, se elevaba a cierta altura del suelo y que posibilitaba que tuviera una tapadera y evitar de estar forma, la entrada de animales o lluvia a los mismos,..
Sobre este tema de los silos o depósitos excavados en la roca, para guardar alimento, tanto líquidos como sólidos, hay que recordar algunos pasajes en las fuentes clásicas de la época, que mencionan la existencia de los mismos y como eran usados por los habitantes de estos poblados, para las funciones que comentamos.
Nota.- En la fotografía superior, huecos y rebajes en la roca base en la ladera Este del yacimiento, localizados gracias a los diferentes sondeos arqueológicos realizados en esta zona, en las campas de 1987 y 1988. En la fotografía inferior, uno de los mejor conservados huecos excavados en la roca del castro, localizado en la ladera del Poniente, a lo largo de la excavación en área realizada en la zona, desde 1982 a 1986.

martes, 20 de octubre de 2009

SOBRE LOS MOLINOS DE MANO DEL CASTRO DE VIGO

Hoy vamos a detenernos a hablar de los molinos de mano encontrados en las diferentes campañas de excavaciones arqueológicas llevadas en el castro de Vigo y la problemática que plantean diferentes aspectos relacionados con los mismos: cronología, funciones, tipos,..
Aunque en este yacimiento se localizaron los dos tipos de molinos de mano, que se conocen, esto es, los planos o naviculares y los circulares, fueron estos últimos los que se documentaron en mayor número y sobre los que nos centraremos en este comentario.
Podemos decir que fueron recogidos cerca de medio centenar de molinos de mano a lo largo de las ocho campañas arqueológicas, desde 1981 a 1988. Aparecieron tanto fragmentos pertenecientes a la parte superior, como a la inferior. Esto es, la que se mueve y gira y la que está posada en el suelo y sobre la que se mueve la anterior. Hay que dejar contstancia, que también, la mayoria de ellos, se encontraron reulizados formando parte de construcciones diversas ( enlosados, casas,..) y en raras ocasiones se recogieron totalmente enteros y que podemos decir que aún se utilizaban para moler. Por ello, corresponderían a los molinos que podemos llamar "amortizados", quiero decir, que por su uso continuado ya no servían para su función original y, medio enteros o en parte, fueron reutilizados en vez de ser tirados. Hay que dejar constancia que la mayoría de ellos, se localizaron partidos a la mitad, para posibilitar mejor, su reutilización en tareas de construcción. También hay que señalar, que casi todas los fragmentos que correspondían a la parte superior, poseían un pequeño agujero en uno de sus laterales, para facilitar su movimiento giratorio.
Creo que no es aquí el lugar más adecuado para realizar un inventario de todos y cada uno de ellos, aportando sus medidas, pesos, tipos,...sino el pararnos a reflexionar sobre el tema de la cronología de los molinos giratorios o circulares, pues fueron mayoría entre los encontrados en el castro de Vigo y que plantean una interesante problemática, no tan sólo aquí, sino en todos los yacimientos castreños y romanos en general.
Son numerosos los autores que han tratado el tema y pasaremos revista a una selección de ellos.
Así tenemos que si para el arqueólogo portugués, Ferreira de Almeida, el molino circular sería una importante novedad en el período que él denomina "castrejo medio" y que sitúa en torno al siglo I antes de Jesucristo, o para concretar más, a partir del año 61 antes de Jesucristo, fecha de la expedición de "reconocimiento" de Julio César a nuestras costas, el arqueólogo gallego, Fariña Busto, los pone en relación con la iniciación de las practicas agrícolas con uso de arado, situando ese momento hacia el siglo IV antes de Jesucristo. Otros autores, como el arqueólogo asturiano, Luis Maya, nos dice que será introducido a partir de la segunda mitad del siglo IV antes de Jesucristo, pero continuará su uso con la romanización.
Otro arqueólog portugués, Correira Borges, al estudiar los molinos de Conímbriga, nos indica ( sin mencionar para nada la fecha concreta de su introducción) que en época romana se generaliza, existiendo diferentes modelos que corresponden a una determinada evolución cronológica y unas distintas formas de su utilización.
A su vez, el insigne arqueólogo, Maluquer de Motes, estudiando el poblado hallstático de Cortes de Navarra, nos señala que el momneto del inicio de la difusión de los molinos circulares por el valle del Ebro, se sitúa en torno al 450-430 antes de Jesucristo. Este mismo autor, pero aquí analizando el castro de Los Castillejos, en Sanchorreja, nos comenta que al no localizar ninguno en este yaciiento y teniendo en cuenta que este importante poblado llega al 400 antes de Jesucristo, la introducción de los mismos, se dará en la Meseta en una fecha más tardía. Y así vemos, como corraborando esta idea, que estos molinos son abundantes en Las Cogotas, yacimiento éste, que posee un marco cronológico más amplio que Sanchorreja, sobrepasando el 400 antes de Jesucristo; ocurriendo lo mismo en el castro de Chamartín de la Sierra.
Por todo lo apuntado y a la vista de los nuevos datos obtenidos en nuevas excavaciones arqueológicas, podría situarse la introducción de los molinos circulares o giratorios en la cultura castreña hacia le siglo III antes de Jesucristo, perviviendo y generalizándose su uso ya en época romana. La flexibidad de esta fecha, tendrá que adaptarse en la maoría de ocasiones, a yacimientos concretos y su problemáticas.
Para finalizar, comentar que en lo que respecta a los molinos giratorios encontrados en el castro de Vigo, sabemos que ya en el siglo I antes de Jesucristo su uso está muy generalizado y se continúa utilizando hasta el abandono definitivo del poblado, esto es, hacia el siglo II después de Jesucristo.
En la fotografía, podemos observar la localización "in situ" de la parte inferior (o durmiente), de uno de estos molinos circulares en la campaña de 1984, formando parte de un empedrado bien documentado en esta zona.

COTOGRANDE: LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA OLVIDADA

En la actualidad, en el momento que estamos asistiendo a una revalorización de nuestro patrimonio cultural en diferentes medios, existen monumentos arqueológicos, que habiendo sido la sensación períodística del momento y un punto de referencia para los estudios posteriores sobre la materia, han pasado al más absoluto olvido por parte de las autoridades competentes en la materia, responsables de su conservación y defensa y también por el público en general, al no haber sido suficientemente divulgados, fruto de mencionada actitud que conllevó la no difusión de estos importantes restos de nuestro más remoto pasado y por ello, de nuestra común memoria colectiva. Hoy trataremos de uno de ellos. Se trata de la excepción necrópolis megalítica, ubicada en Cotogrande, en la parroquia viguesa de Cabral.
Comienzan las excavaciones arqueológicas en 1989 y finalizarán en 1992, en las que se excavarán tres túmulos megalíticos en el conjunto arqueológico de Cotogrande o Couto Lousado, en la parroquia de Cabral. La primera campaña de excavación del primer monumento megalítico se realizó bajo la direccción del que suscribe estas líneas y Juan Carlos Abad Gallego y dió como resultado un enterramiento muy peculiar y sin precedentes directos en el noroeste de la península ibérica: una cámara central de pequeño tamaño conformada por una losa granítica rectángular dispuesta con una gran pendiente. Este tipo de estructura nos estaba indicando un enterramiento individual, poco frecuente en esta cultura. Esta extraordinaria cámara la cubría un túmulo de tierra, de unos 20 metros de diámetro, que poseía dos anillos líticos superpuestos y una muy biben cuiada coraza de pequeñas placas pétreas. Se encontró abundante material arqueológico que hoy puede verse, en parte, en el museo municipal "Quiñones de León", formado por diversas láminas y microlitos de sílex, puntas de fecha fabricadas en diferentes tipos de material lítico, hachas pulidas, gran cantidad de cerámica lisa y decorada,que en ocasiones apareció casí enteras...
Las siguientes "mámoas" fueron excavadas baja la dirección de Juan Carlos Abad. Una de ellas es un monumento tumular que ronda los 20 metros de diámetro y que posee una altura superior a un metro. Se excavó la cámara y se documentó la coraza lítica que cubría su túmulo. Finalmente, en la última, que poseía una extraordinaria coraza lítica de unos 25 centímetros de diámetro y unos 2 metros de altura, se pudo detectar diversos momentos constructivos de la misma y utilización del monumento funerario.
Al lado de los materiales arqueológicos recogidos ya señalados, estas intervenciones, gracias a los análisis de Radiocarbono realizados en muestras recogidas en las diversas campañas, ofrecieron unas dataciones muy antiguas para este tipo de monumentos megalíticos, que marcaron un antes y un después a la hora de hablar de la cronología y la antigüedad de la cultura dólmetica en nuestra zona. Se pasaba de los 5.000 años a plantear unos 7.000. Todo ello y gracias a su difusión en diversas publicaciones y presentación en congresos internacionales, hizo que la necrópolis de Cotogrande, sirviera para ser una referencia necesaria a la hora de hablar de la cultura megalítca y por ello del neolítico en la noroeste peninsular.
Acabar señalando que estas campas arqueológicas se llevaron a cabo con caracter de urgencia, pues en la zona se iba a desarollar un ambicioso proyecto industrial. En la actualidad todo está como estaba y por desgracias, de los monumentos megalíticos excavados, sólo se puede reconocer algo del primero...y de los otros es hasta su localización entre la vegetación abundante de la zona....No llegó el cambio prometido de uso de los terrenos, en los que dichos monumentos serían musealizados y quedarían a la vista para el disfrute general y por contrario, llego el abandono, la desidia, ..y todo lo que conlleva esto: el olvido
Sólo nos queda, como en muchos otros casos, los recuerdos fotográficos, como los que hoy ofrezco aquí: en la primera imagen, en la parte alta, una vista del primer túmulo a la finalización de la excavación; en la intermedia, podemos apreciar la peculiar cámara funeraria del citado monumento; y por último, tenemos un detalle de la intervención realizada, en la que se ve perfectamente la coraza lítica que cubría la totalidad del túmulo megalítico.

sábado, 17 de octubre de 2009

LAS HACHAS PULIMENTADAS DEL CASTRO DE VIGO

Hoy, desde aquí, trataremos un tema que aún hoy día no está totalmente resuelto. Me refiero al hallazgo de hachas pulimentadas en los castros. El castro de Vigo, no fue una excepción, y a lo largo de las intervenciones arqueológicas realizadas en el mismo, ha dado diversas hachas de este tipo de diferentes tamaños, material, colores y formas, que pasamos a analizar brevemente a continuación.
La primera referencia de hallazgo de este tipo, ya la tenemos en 1929, con la vista a nuestra ciudad del famoso arqueólogo aleman, Hugo Obermaier, en que se nos dice que entre otros materiales se encontró una pequeña hacha pulimentada. En 1970, se localizó otra que en la actualidad está en el museo "Quiñones de León". Es de fibrolita y mide unos 8,2 centímetros de longitud, 4 centímetros de ancho y posee unos 2 centímetros de grosor medio. Ya en 1982, se localizó otra, de características totalmente diferente: es de ónice veteado con tonos marrones y blancos y sus medidas son: 3,4 centímetros de largo, 0,9 centímetros de grosor medio y su anchura varia de los 2,7 centímetros en su zona afilada y tan sólo 1,3 en su otro extremo. En la campaña siguiente, 1983, hay que citar el hallazgo de un fragmento de otra hacla pulimentada de tonalidad verdosa y tamaño medio. En 1984, se encontraron dos más de sección elíptica y otro elemento pulimentado (tipo jubia) muy fino pero de gran dureza, de sección oval, de 5,5 centímetros de largo, 1,2 centímetros de ancho máximo y tan sólo 0,4 centímetros de grosor. Aquí, también hay que recordar otras hachas localizadas en épocas anteriores a la visita de Obermaier( visita de la Comisión de la Diputación de Pontevedra, con López Cuievillas a la cabeza, en 1928) y otras más cercanas, como las de 1968 y 1982, encontradas por el estudioso de nuestro pasado, P. Díaz, que conocemos por referencias verbales.
La problemática sobre estos hallazgos arqueológicos en los castros es muy grande y diversos autores han aportado soluciones o hipótesis para intentar resolver este dilema. Asi algunos mencionan la posibilidad que estas hachas sean fruto del expolio de megalitos; que corresponden a niveles de ocupación anteriores a la Edad de Hierro; o bien que sean contemporáneas de la cultura castreña. Dentro de la utilización de estas hachas en época castreña, hay que señalar que bien pudieron ser empleadas en funciones meramente prácticas o bien utilizadas con cierto carácter mágico.
Por mi parte, opinar en cuanto a la función de las mismas, que deben de analizarse una por una y por las características de cada una ( material de fabricación, dimensiones, ..), nos hablará de su utilización práctica o mágica en su vida cotidiana. Así, por ejemplo, la hacha de 1970, con unas medidas y grosor determinados pudo ser utilizada para funciones eminentemente prácticas ( como talar árboles, por ejemplo ) y la de 1982, de material y dimensiones totalmente diferentes, podría estar más vinculada a una función más bien mágica o religiosa.
En la imagen, dos útiles localizados en la campaña de 1984: uno corresponde a la tipología tradición de las hachas pulimentadas y el otro, podría considerarse más bien una especie de jubia, bien documentados los dos tipos en épocas anteriores.

viernes, 16 de octubre de 2009

LOS DIFERENTES TIPOS DE HOGARES DEL CASTRO DE VIGO

A lo largo de las ocho campañas arqueológicas llevadas a cabo en el castro de Vigo, se pudieron estudiar diferentes hogares de las viviendas de este gran poblado castreño, que poseyendo diferente tipología, pasaremos a comentar brevemente aquí.
La diferencia primera, es la ubicación de los mismos. Al lado de la mayoría de ellos, que están en el interior de la cabaña, tenemos algunos localizados en el exterior de la misma. Los otros, pueden estar en el centro de la vivienda y en otras ocasiones, junto a una de sus paredes.
Como regla general podemos decir que cuando hemos encontrado hogares, también se pudo documentar bien el pavimento o piso de funcionamiento de la casa. El hogar más sencillo, consiste en la presencia de arcilla cocida con restos de señales de fuego encima justo de la citada arcilla, haciendo que en dicha zona, tengamos un grosor mayor en el mencionado piso.
Luego tenemos los que nos viene dados por una zona que está delimitada por piedras hincadas. La tipología aquí se centra en formas cuadrangulares o rectangulares, pero que poseen uno de sus lados abiertos, para hacerlos más operativos. Tenemos varios ejemplos, que se van a diferenciar por el material que posee en el espacio delimitado. Al lado de unos, que poseen losas o piedras planas , otras se localiza la roca base rebajada y finalmente otras tienen arcilla enrojecida y endurecida al fuego.
Una forma intermedia, nos viene dada por una sola piedra hincada en la parte superior y el resto, lo constituye directamente, arcilla enrojecida.
Como algo posterior a los anteriores, poseemos un hogar localizado en una casa de planta cuadrangular datada cronologicamente en el siglo I depués de Jesucristo, que nos venia dado por una piedras hincadas, formando un espacio rectangular, dentro del cual, estaban varios ladrillos romanos, formando su base.
En las fotografías, tenemos dos hogares localizados en las primeras campañas de la década de los 80, del siglo pasado. En una podemos ver, un hogar formado por piedras hincadas y en su interior losas planas con claras huellas de haber sido sometidas a fuego constante y que se ubica pegado al muro sur de la vivienda. Por el contrario, en la otra, poseemos un hogar, formado también por piedras hincadas, pero su interior nos presenta ya directamente, la roca base rebajada. Por otra lado, dicho hogar se localizaba en la zona central de la vivienda.

miércoles, 14 de octubre de 2009

LOS "CONCHEIROS" DEL CASTRO DE VIGO: LA MEJOR INFORMACIÓN

Sin lugar a dudas, los hallazgos que proporcionan los "concheiros", nos ofrecen una valiosa información de todo tipo, si tienes la suerte de encontrar alguno de ellos. En el castro de Vigo la tuvimos y así tanto en una como en otra de las laderas excavadas ( una por medio de excavación en área y la otra mediante sondeos o catas arqueológicas ), localizamos varios "concheiros" de los que pasaremos, brevemente, a hablar en este comentario.
El primero de ellos, lo encontramos en la zona media de las estructuras castreñas excavada en 1982 y aunque fue de poca potencia, nos dió numerosos materiales arqueológicos, bien conservados al estar "protegidos" por el material calcáreo procedente de las numerosos fragmentos de moluscos localizados. Así al lado de cerámica indígena lisa y decorada, cerámica romana fina y común y algunos pequeños objetos de bronce, pudimos documentar la presencia de los siguientes restos óseos y de moluscos:
En cuanto a los primeros, se pudo identificar un fragmento de radio pertenecientes a un "bos taurus" (vaca, buey/toro); diversos metacarpios de oveja/cabra; y un fragmento de mandíbula de un pez grande. Los moluscos gasteropodos más abundantes presentes fueron : la "littorina litttorea" (caramujo), y la "patella sp." (lapa). La variedad de los moluscos bivalvos fue mayor: "lutraria lutraria" (arola); "cardium edule" (berberecho); cardium tuberculatum" (berberecho tabioso); "ostrea edulis" (ostra plana ); "venerupis pullastra" (almeja babosa): "venerupis decussata" ( almeja fina); "mytilus edulis" (mejillón; "sptandella rugosa": "pecten maximus" (vieira ); y "solen marginatus (navaja).
El otro "concheiro" fue localizado durante la campaña de sondeos arqueológicos de 1987. Éste a diferencia del que acabamos de analizar, poseyó más potencia estratigráfica y se extendía más en superficie. Al lado de fragmentos de huesos de los animales ya documentados en al anterior, así como gran cantidad de moluscos gasterópodos y bivalvos de similar clasificación a los estudiados anteriormente, se encontró un auténtico "basurero" de gran cantidad de ánforas romanas, de diferentes cronología, que aparecían en grandes fragmentos e incluso una llegó hasta nosotros intacta. Hay que señalar que todos estos recipientes cerámicos de transporte ya corrrespondían a época imperial romana.
Junto a esta ingente cantidad de restos anfóricos y de conchas, se pudo recuperar varios objetos de bronce, llamándonos la atención, el hallazgo de una bien conservaba aguja de dicho metal, que bien pudo haber servido para sacar la comida de los numerosos caramujos encontrados y que finalmente "quedó perdida" en esta escombrera, para disgusto de su propietario.
Como se podrá imaginar uno estos datos son muy importantes para establecer los alimentos que comían los habitantes del castro y los materiales de importación que traían otros roductos que se consumían ahí y que aquí no había, como era el vino, el aceite o el famoso "garum" o salsa de pescado, muy célebre en entre las clases altas romanas.
Nota.- Ilustran este pequeño comentario, un fotografía que nos ofrece una vista parcial del "concheiro" de 1987, en la que se pueden ver diferentes restos óseos y de moluscos; y en la otra, podemos apreciar la ánfora romana entera que apareció entera, luego de haber sido retirada gran cantidad de otros restos anfóricos que estaban encima de ella.