LOS EDIFICIOS Y LAS NECRÓPOLIS DEL "VICUS HELLENI"
Bajo la denominación de "Vicus Helleni" queremos hacer referencia al poblamiento semi-urbano de los pueblos "helleni" en nuestra zona. Este nombre procede de diversas referencias de autores clásicos que sitúa a este pueblo en esta área en concreto. La identificación del actual Vigo con el "Vicus Spacorum", pienso que ya queda descartada, si nos atenemos a la trabajo y la teoría que sobre este tema planteó, mi buen amigo y arqueólogo, Antonio de la Peña Santos.
Eso sí, hay que distinguir el "Vicus helleni" de los siglos I y II después de Jesucristo al de los dos siglos siguientes, pues va a variar la superficie habitada y algunas de las funciones de partes de la misma.
Así en los primeros siglos de nuestra era, el castro de Vigo se encontraba en su mayor auge y constituía el poblamiento mayoritario en ese momento. Por otra lado, la zona del "Areal" concentraría el puerto y las grandes salinas localizadas en este lugar, también encontrándose algún pequeño enterramiento de incineración.
En los siglos siguientes se varía el panorama: el castro de Vigo es abandonado o queda con un mínimo de hábitat periférico, a lo que sería el núcleo de población que se situaría entre el inicio del Areal ( podría ser su límite donde se localizaba el antiguo arroyo del "Hospital" y continuaría hasta la zona alta en la que se encuentra hoy día la Colegiata. En esta demarcación localizamos estructuras que nos hablan del hábitat en esa época, como los muros encontrados en la calle Colón, Marqués de Valladares, Fermín Penzol, Alameda,... A los lados de este núcleo semi-urbano, tenemos situadas las diferentes villas romanas encontradas hasta la fecha y que poseen la misma datación cronológica: hacia el sur, Toralla, Sobreira, Fiunchal, Cocho,...y hacia el norte, las de Teis o Cedeira (ésta última ya en tierras de Redondela).
Luego del "arroyo del hospital", lo que podenos llamar zona del Areal y la actual "Rosalia de Castro", se encontraría la gran necrópolis, a la que corresponden el extraordinario conjunto de estelas funerarias localizadas fuera de su lugar original y reutilizadas, formando una especie de paso sobre el arroyo citado. También nos hablan sin dudas, las diferentes sepulturas construídas en algunos casos, sobre las antiguas salinas ya abandoanadas en esta época) con diferentes materiales ( ladrillos, tégulas, piedras.. ) y de diferente tipología, que nos han proporcionado abundante material arqueológico. Es interesante apuntar, que en una de estas tumbas se localizó parte de una estela romana ( de tipología similar a las anteriormente citadas) reutilizada en la misma y que nos habla de una cronología más tardía de algunos de estos enterramientos.
Las cerámicas importadas y otros objetos de lujo, de metal y vidrio por ejemplo, nos hablan de la importancia de Vigo en esas épocas y que posiblemente era uno de los puertos de recalada frecuente de los barcos que continuaban su travesía más hacia el norte y aquí se podían abastecen de abundantes víveres : desde el agua tan necesaria, como productos vegetales, animales... a cambio de los objetos exóticos que llevaban estas embarcaciones para sus relaciones comerciales con otros pueblos.
Sin lugar a dudas, cuando se tengan los numerosos datos arqueológicos que aportaron las diversas intervenciones realizadas en la zona y que por desgracia aún no han sido en su mayoría publicados y tan sólo conocemos parcialmente parte de ellos, por las noticias de los diarios locales, podremos comprender más y mejor el papel que desempeyó nuestro "Vicus Helleni", desde el siglo I al V después de Jesucristo. Esperemos que no tarde en producirse esas publicaciones, para bien de los estudiosos y logicamente también, para los ciudadanos o visitantes a nuestra ciudad, que les interesa algo el estudio del pasado.
Nota.- En las imágenes que ilustran este pequeño comentario, de abajo hacia arriba podemos ver: el primer muro romano encontrado en la zona urbana de Vigo. Se trata del localizado debajo de la actual Biblioteca Central (antiguo edificio "Ferro", en la calle Fermín Penzol, que tuvimos la suerte de detectar al realizar una excavación arqueológica de urgencia hacia 1990; detalle de una estructura de piedra excavada en el número 5 de la céntrica calle Colón; enterramiento rectángular contruído con ladrillos romanos, parcialmente destruñido en su parte inferior; y por último, en un pequeño "collage", algunos de los interesantes objetos localizados en las últimas excavaciones arqueológicas urbanas: 1) ara completa romana con una gran incripción latina, que se pudo leer integramente; 2) Collar de cuentas de ámbar, perteneciente a parte de un ajuar funerario;3) Pieza ósea con decoración incisa; 4) Posible instrumental médico de bronce; 5) Martillo de hierro; 6) Suela de sandalia; y 7) el famoso ungüentario.
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