jueves, 3 de septiembre de 2009

LAS ÚLTIMAS CASAS DEL CASTRO DE VIGO

Cuando hablamos de las últimas viviendas del castro de Vigo, nos referimos a las que habitaron los últimos habitantes del poblado castreño, antes de ser abandonado totalmente este habitat y que podemos fechar hacia mediados del siglos III después de Jesucristo. En ese momento se va a producir la implantación de un nuevo tipo de asentamiento romano, desconocido en nuestra zona hasta esa fecha, que serán las "villae" que van a atraer a las gentes procedentes de los enclaves castreños, que ya han perdido todo su valor estratégico y los cambios económicos ocurridos en los siglos anteriores, propician este traslado.
Las viviendas que corresponde a este período cronológico se van a diferenciar mucho en su construcción de las anteriores. Aquí, las cimentaciones de sus muros no llegan a la roca base, en algunos casos, sólo consisten en varias hiladas y bastante mal colocadas. Abundan los aterrazamientos para sortear desniveles de terreno, pero estos también serán mal acabados. Sin embargo en interior de la casa presentará los mismos elementos que los que estamos habituados a ver en la de los siglos anteriores: pavimentos de tierra o arcilla pisada y/o endurecida al fuego y un hogar de forma rectangular que nos viene dado por un espacio delimitado por pequeñas piedras hincadas y en su interior, una capa gruesa de arcilla quemada.
Los pocos materiales arqueológicos que hemos encontrado que podemos datar en esta última ocupación del poblado son basicamente fragmentos de cerámica romana de importación, como son las denominadas "cerámicas paleocristianas", tanto anaranjadas como grises y con la típica decoración estampillada de palmetas y "terra sigillatas" claras lisas.
En la fotografía que acompaña este comentario se puede ver parte de una de esas casas tardías. En concreto tenemos, por encima de una vivienda anterior, restos de un muro de mala construcción y un hogar, en la zona central, que cuando estaba en funcionamiento, lógicamente la casa anterior, ya estaba abandonada.
Tenemos que señalar que de este tipo de estas viviendas fueron pocas las encontradas, lo que nos hace pensar en una escasa ocupación ya en estas épocas tardías o una utilización temporal de ellas.
Lo que se puede deducir de estos últimos momentos de ocupación del gran poblado castreño del siglo I-II después de Jesucristo es que ya en esas fechas, la mayoría de la población se había desplazado al núcleo de nueva creación proto-urbano que sería del "Vicus Helleni" y ya en los siglos III-IV después de Jesucristo se culminaría este proceso con el abandono total del castro de Vigo y el asentamiento en las reiente creadas villas romanas que jalonarán el litoral, al norte y sur del citado nuevo hábitat.

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