Hoy vamos a detenernos a hablar de los molinos de mano encontrados en las diferentes campañas de excavaciones arqueológicas llevadas en el castro de Vigo y la problemática que plantean diferentes aspectos relacionados con los mismos: cronología, funciones, tipos,..
Aunque en este yacimiento se localizaron los dos tipos de molinos de mano, que se conocen, esto es, los planos o naviculares y los circulares, fueron estos últimos los que se documentaron en mayor número y sobre los que nos centraremos en este comentario.
Podemos decir que fueron recogidos cerca de medio centenar de molinos de mano a lo largo de las ocho campañas arqueológicas, desde 1981 a 1988. Aparecieron tanto fragmentos pertenecientes a la parte superior, como a la inferior. Esto es, la que se mueve y gira y la que está posada en el suelo y sobre la que se mueve la anterior. Hay que dejar contstancia, que también, la mayoria de ellos, se encontraron reulizados formando parte de construcciones diversas ( enlosados, casas,..) y en raras ocasiones se recogieron totalmente enteros y que podemos decir que aún se utilizaban para moler. Por ello, corresponderían a los molinos que podemos llamar "amortizados", quiero decir, que por su uso continuado ya no servían para su función original y, medio enteros o en parte, fueron reutilizados en vez de ser tirados. Hay que dejar constancia que la mayoría de ellos, se localizaron partidos a la mitad, para posibilitar mejor, su reutilización en tareas de construcción. También hay que señalar, que casi todas los fragmentos que correspondían a la parte superior, poseían un pequeño agujero en uno de sus laterales, para facilitar su movimiento giratorio.
Creo que no es aquí el lugar más adecuado para realizar un inventario de todos y cada uno de ellos, aportando sus medidas, pesos, tipos,...sino el pararnos a reflexionar sobre el tema de la cronología de los molinos giratorios o circulares, pues fueron mayoría entre los encontrados en el castro de Vigo y que plantean una interesante problemática, no tan sólo aquí, sino en todos los yacimientos castreños y romanos en general.
Son numerosos los autores que han tratado el tema y pasaremos revista a una selección de ellos.
Así tenemos que si para el arqueólogo portugués, Ferreira de Almeida, el molino circular sería una importante novedad en el período que él denomina "castrejo medio" y que sitúa en torno al siglo I antes de Jesucristo, o para concretar más, a partir del año 61 antes de Jesucristo, fecha de la expedición de "reconocimiento" de Julio César a nuestras costas, el arqueólogo gallego, Fariña Busto, los pone en relación con la iniciación de las practicas agrícolas con uso de arado, situando ese momento hacia el siglo IV antes de Jesucristo. Otros autores, como el arqueólogo asturiano, Luis Maya, nos dice que será introducido a partir de la segunda mitad del siglo IV antes de Jesucristo, pero continuará su uso con la romanización.
Otro arqueólog portugués, Correira Borges, al estudiar los molinos de Conímbriga, nos indica ( sin mencionar para nada la fecha concreta de su introducción) que en época romana se generaliza, existiendo diferentes modelos que corresponden a una determinada evolución cronológica y unas distintas formas de su utilización.
A su vez, el insigne arqueólogo, Maluquer de Motes, estudiando el poblado hallstático de Cortes de Navarra, nos señala que el momneto del inicio de la difusión de los molinos circulares por el valle del Ebro, se sitúa en torno al 450-430 antes de Jesucristo. Este mismo autor, pero aquí analizando el castro de Los Castillejos, en Sanchorreja, nos comenta que al no localizar ninguno en este yaciiento y teniendo en cuenta que este importante poblado llega al 400 antes de Jesucristo, la introducción de los mismos, se dará en la Meseta en una fecha más tardía. Y así vemos, como corraborando esta idea, que estos molinos son abundantes en Las Cogotas, yacimiento éste, que posee un marco cronológico más amplio que Sanchorreja, sobrepasando el 400 antes de Jesucristo; ocurriendo lo mismo en el castro de Chamartín de la Sierra.
Por todo lo apuntado y a la vista de los nuevos datos obtenidos en nuevas excavaciones arqueológicas, podría situarse la introducción de los molinos circulares o giratorios en la cultura castreña hacia le siglo III antes de Jesucristo, perviviendo y generalizándose su uso ya en época romana. La flexibidad de esta fecha, tendrá que adaptarse en la maoría de ocasiones, a yacimientos concretos y su problemáticas.
Para finalizar, comentar que en lo que respecta a los molinos giratorios encontrados en el castro de Vigo, sabemos que ya en el siglo I antes de Jesucristo su uso está muy generalizado y se continúa utilizando hasta el abandono definitivo del poblado, esto es, hacia el siglo II después de Jesucristo.
En la fotografía, podemos observar la localización "in situ" de la parte inferior (o durmiente), de uno de estos molinos circulares en la campaña de 1984, formando parte de un empedrado bien documentado en esta zona.
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