sábado, 14 de noviembre de 2009

SOBRE MURALLAS Y CALZADAS EN LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DEL CASTRO DE VIGO

En la campaña arqueológica de 1986 se llevaron a cabo ocho sondeos de dos metros de lado y uno, más amplio de cinco metros. Fueron realizados en dirección norte de la zona excavada en área y que en la actualidad puede verse las estructuras localizadas y dejadas al descubierto, para deleite de los amantes a estos temas. Los sondeos, como sucediera con los llevados a a cabo el año anterior y como se harían con los realizados en los dos años siguientes, estos ya en la ladera opuesta, se taparon, luego de tomar toda la información posible de la estratigrafía, las construcciones localizadas y recoger los materiales cerámicos, metálicos y líticos encontrados.
Los sondeos arqueológicos de 1986, fueron los más alejados que se llevaron a cabo en esta área del yacimiento y dos de ellos, a los que hecemos mención en este comentario, nos ofrecieron dos interesantes hallazgos, de los que no se ha hablado mucho de ellos, esperando nuevos resultados en la zona, que pudieran confirmar las hipótesis, que se plantearon en el momento de su localización y que se plantean aún ahora.
Así en uno de los sondeos (en concreto el que se denomino "sondeo VII") a unos 50 metros, de la citada zona acotada, se pudo documentar una gran potencia estratigráfica ( de más de dos metros), aunque ésta, estaba formada por capas o estratos que presentaban tierras removidas y materiales revueltos y rodados ( esto es, en posición "secundaria"), sólo estando intacto el último nivel, que cubría un enlosado bastante bien conservado, formado por lajas dispuestas horizontalmente ya sobre la roca base, algo rebajada en esa zona, siendo estas piedras de tamaño grande y medio. Este enlosado cubría todo el fondo del sondeo de dos metros de lado y continuaba, introduciendose por los cuatro cortes estratigráficos realizados.
Por último, el sondeo denominado IX, que fue el más distante de los realizados en esta ladera en dirección norte ( a unos 7o metros, aproximadamente), también de dos metros de lado, nos documentó una interesante y peculiar estructura pétrea, de ancho grosor y gran solidez, compuesta por dos muros, uno colocado encima y pegado al otro, formando una unidad completa que ocupaba todo el lado sur del cuadro y parte del lado este. Se encontraba directamente colocado sobre la roca base rebajada del monte y continuaba por los dos cortes estratigráficos. Por sus características formales y su dirección, nos puede hacer pensar en que podría corrresponder a parte de los cimientos de una de las murallas defensivas que poseyó este poblado castreño por esta zona.
Sólo como hipótesis de trabajo y como mencionamos antes, a la espera de nuevos trabajos arqueológicos en la zona, podemos pensar que nos encontramos delante del hallazgo de parte de una de las calzadas públicas que poseía el castro, así como parte de una de las murallas defensivas que se construyeron en este poblado.
Las circunstancias de los hallazgos y sus características así nos lo hacen pensar. Sabemos que tanto el enlosado como el grueso lienzo pétreo, ocupan más extensión de la que pudimos documentar y que continúan y bien conservados, hacia los espacios vecinos aún sin explorar. Por otro lado, sabemos que tanto una estructura como la otra, corresponde a época castreña, pues estaban bien sellados por los niveles o estatos que los cubrían.
Finalmente y teniendo en cuenta la importancia y la extensión del poblado del castro de Vigo, es lógico pensar, que estuviese protegido por una o varias murallas ( como son los casos de San Cibrao de Lás, en Galicia o las citanias de Sanfins o Briteiros, en Portugal, por citar los casos más conocidos). Por esta misma circusntancia de su importancia y con los mismos paralelos inmediatos, es evidente que nuestro castro debió de poseer una o varias calzadas públicas, para comunicar adecuadamente toda el área habitada y facilitar el movimiento de ala población.
Nota.- En la primera fotografía, en la parte superior, podemos apreciar el sondeo en que se documentó la posible cimentación de la muralla del castro; y en la otra, al fondo del profundo sondeo de más de dos metros, el enlosado que cubría la totalidad del mismo, que bien nos podría estar evidenciando el hallazgo de parte de una de las calzadas o vías públicas de nuestro yacimiento.

martes, 3 de noviembre de 2009

LETRAS Y SÍMBOLOS EN LOS "GRAFITTI" ROMANOS DE VIGO

En las numerosas intervenciones arqueológicas realizadas tanto en el Castro de Vigo, como por la zona urbana que delitata el antiguo Vigo romano ( Areal, calles Rosalía de Castro, Marqués de Valladares, Fermín Penzol,..), fueron bastante numerosos los hallazgos de "grafitti" en diferentes materiales arqueológicos cerámicos, tales como, fragmentos de ánforas, tégulas, pesas de telar ( los famosos "pondus"), fragmentos de cerámica de cocina y de lujo,..
Basicamente estos "gafitti" nos ofrecieron la posibilidad de identifican algunos símbolos y algunas letras (que en ocasiones formaban toda una incripción o palabra). De entre todos ellos, hoy analizaremos dos de ellos, totalmente diferentes: encontrados en dos yacimientos distintos; de diferente cronología; uno presenta un símbolo y otro un nombre;...pero tienen en común que fueron realizados en vasijas romanas de lujo y nos hablan de la sociedad existente en el Vigo de aquellos siglos atrás. En definitiva, nos trasladan a hablar de mentalidades y no de tipologías cerámicas.
En la campaña arqueológica llevada a cabo en el castro de Vigo en 1984, se localizó, en un nivel que podemos datr hacia finales del siglo I después de Jesucristo o principios del siglo siguiente, numerosos fragmentos cerámicos, que una vez realizada su restauración y tras largas horas de reconstrucción, nos ofreció una esbelta jarra de unos 20 centímetros de altura y 8,5 centímetros de diámetro en su boca. El acabado de su superficie es fino y su color ocre-amarillento. Posee un asa de sección elíptica que va desde el borde liso al inicio de su cuerpo globular, en el que podemos ver que está decorada con varios surcos incisos horizontales y paralelos.
Justo al lado contrario en que se encuentra el asa, esto es, en la parte delantera de la jarra, hacia la zona central de la misma, se pudo documentar un interesante y bien conservado "grafitti", que representaba una rosácea de seis pétalos ( conocida como hexapétala o hexafolia) inscrita en un circulo de unos 6 centímetros de diámetro. Se había realizado con sumo cuidado y paciencia utilizando un compás y el resultado fue perfecto.
El tema de este símbolo y su significado lo podemos rastrear en diversas culturas indoeuropeas y ya en la cultura romana, la tenemos asociada con un significado que nos habla de la inmortalidad, del sol que renace cada mañana, ... en definitiva, una significación celeste/astral que va unida a la esperanza en la inmortalidad y en la eternidad.
Es curioso hacer notar, que si bien este símbolo, es encontrado en el poblado del castro de Vigo, en un objeto de lujo pero cotidiano y fechable hacia finales del siglo I después de Jesucristo, tenemos el mismo signo usado en numerosas estelas funerarias romanas, localizadas en la zona del Areal, en nuestra ciudad, ya con una datación entre los siglos III-IV después de Jessucristo, aquí representado con un claro componente funerario, pero que nos habla de su significado esencial: la eternidad y la inmortalidad. Llama la atención por ello, por un lado que ya se emplee siglos antes y que se haga en un objeto de la vida cotidiana pero que su significado ya está presente hasta la muerte. Su símbología, podemos decir, no sólo se va a asociar con su utilización en ritos funerarios sino que en la mentalidad de la época y en el trascurso de la vida, es utilizado con el mismo significado.
Por otro lado, en la excavación arqueológica de urgencia realizada en 1991 en el solar en que en la actualidad se encuentra emplazada la actual Biblioteca Central de Vigo ( objeto del anterior comentario de este blog) entre el material arqueológico cerámico romano, se localizó un fragmento de "terra sigillata" hispánica con un "grafitti" en que se puede leer, aún admitiendo otras lecturas, la inscripción latina "FVSCANI", lograda por la unión de varias letras al final de la misma. Aunque la pieza en si, podría llevarnos a una datación sobre los siglos III-IV después de Jesucristo, especialistas en esta materia, por la circunstancia mencionada de la unión de las letras y su resultado final, la fechan uno o dos siglos antes del marco cronológico antes propuesto.
Gracias a este "grafitti" poseemos así, otro nombre a los ya conocidos aparecidos en las estelas funerarias romanas encontradas en la zona del Areal, que resultan ser los primeros nombres que sabemos de los habitantes del pujante Vigo romano, algunos de los cuales, nos hablan de emigrantes que vienen de la meseta atraídos sin duda por esesplendor económico de nuestra ciudad ya en aquellas épocas de los primeros siglos de nuestra era.
Nota.- En la imagen superior, detalle del "grafitti" del castro de Vigo; y abajo, el fragmento de "terra sigillata" con el "grafitti" localizado en el solar de la biblioteca central de Vigo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

RESTOS DEL VIGO ROMANO Y MEDIEVAL DEBAJO DE LA BIBLIOTECA CENTRAL

La primera intervención arqueológica urbana programada llevada a cabo en el centro de Vigo, en concreto en el antiguo edificio Ferro", que hoy ocupa la Biblioteca Central de Vigo, que tuvimos la suerte de llevar a cabo a principio de la década de los 90 del siglo pasado, dió como fruto el descubrimiento de restos construcivos romanos y medievales, junto a numeroso material cerámico correspondiente a estas épocas históricas.
La campaña arqueológica de urgencia realizada en 1991, consistió en la excavación de seis sondeos, de diferentes dimensiones,repartidos por el área a investigar, que quedó muy reducida pues en la parte alta de la misma, afloraba directamente la roca base granítica. Cuatro de estas catas arqueológicas dieron resultados positivos. La potencia estratigráfica rebasó en ocasiones, los cuatro metros de profundidad.
Pudimos detectar que el primer nivel arqueológico nos viene dado por o bien por cimentaciones o desagües del propio edificio o por estructuras pétreas de fechas de construcción semejantes ( hacia finales del siglo XIX o principios del XX); luego otras estructuras peor conservadas nos llevarían a períodos también modernos, pero algo más antiguos ( siglos XVIII-XVII), pero en un sondeo se pudo localizar parte de una calzada o enlosado medieval, destruída en parte por las construcciones posterior. Finalmente, al levantar este nivel medieval es cuando aparece el correspondiente a época romana, en los que se recogieron abundantes fragmentos de tégulas, ánforas, cerámica común de cocina y "terra sigillata" hispanica, una de las cuales poseía un intereante "grafitti", que comentaremos en otra entrada deeste blog. Por el estudio de los materiales romanos podemos documentar este nivel hacia los siglos III-IV después de Jesucristo.
La única estructura pétrea romana detectada, fue un muro que se apoyaba directamente sobre la roca base , observándose claramente la zanja de cimentación realizada para construir el mismo. Como este muro se localizó en una esquina del sondeo realizado, vemos como se introduce en los cortes estratigráficos, lo cual hizo imposible su excavación total. Eso sí, nos está certificando que en las parcelas limítrofes a la excavada, continúa este nivel romano.
Tenemos pues, que en los cimientos de lo que es en la actualidad la Biblioteca Central de Vigo, poseemos una secuencia estratigráfica muy completa de la historia de nuestra ciudad, y que nos va llevando desde la ocupación romana hasta el siglo pasado, documentándose etapas intermedia (como la medieval) de las que poseemos escasa documentación.
La importancia de estos descubrimientos en su época fué sin duda, que confirmaban lo que hoy ya sabemos con certeza: la existencia de restos romanos y posteriores, por debajo del Vigo actual. Lo que poseeíamos hasta entonces, eran referencias bibliográficas o hallazgos aislados que nos hablaban de esta hipótesis. Los descubrimientos del importante enclave romano del posible "Vicus Helleni", sucesor del anterior poblado del castro de Vigo, empezarían a partir de ese momento a multiplicarse y darnos la bien documentada visión de esa etapa histórica de nuestra ciudad.
Nota.- En la mágen superior, podemos observar parte de la calzada o enlosado medieval localizado, roto finalmente por la construcción de un estructura posterior; y en la otra fotografía podemos ver, en la parte superior, el muro romano, justo debajo de donde se apoya la escala métrica del sondeo y que nos demuestra la gran potencia del mismo. A la derecha, un desagüe moderno, muy frecuentes en esta parcela.