domingo, 3 de julio de 2016

EMPORIUM, MÁS QUE UNA EXPOSICIÓN ARQUEOLÓGICA EN VIGO


 
 
 
Ayer me acerqué a ver la exposición Emporium, que se exhibe en el Museo Verbum, en la playa de Samil, en Vigo.

Como dice la publicidad, es un recorrido por 1.000 años de la historia comercial de nuestra ciudad y área de influencia. Pero que recorrido!. Pienso que con la información y datos que aporta se podían hacer cuatro de la misma, con su mismo contenido.

Es densa pero necesaria. Es divulgativa, pero hay mucho que decir. En definitiva es una macro exposición, que aunque llegue a muchas personas, va a ser un oasis en el desierto de la investigación arqueológica en nuestra zona, pues la gran mayoría de las excepcionales piezas que se muestran , apenas poseen un estudio de las mismas y menos aún, no se posee aún ahora las memorias de las excavaciones arqueológicas de donde salieron.

Aunque no pude ver el catálogo, me informaron que existe y espero que esté a la altura de la exposición.

Felicito a los organizares de este evento por la idea y por llevarlo acabo, pues sin lugar a dudas esta muestra de objetos arqueológicos no sólo es una exposición, es el despertar de un letargo de más de una década que la investigación arqueológica viguesa no está presente en la sociedad y si no se cumple este mínimo pero esencial principio, todos el esfuerzo y dinero gastado en los trabajos para sacar a la luz, tan importantes piezas, no habría cumplido su misión y como otras muchas, dormirían por muchos años en los almacenes de los museos o lamentablemente aún peor, en poder de los directores de las intervenciones realizadas a la esprera de "un soplo divino".

Quiero animar desde está página, a las personas que se interesan por nuestro patrimonio cultural se acerquen hasta ella y disfruten de la recreación y vídeos que acompañan a los objetos que se exhiben para hacerla más comprensible al público, pero sobre todo que contemplen piezas extraordinarias que algunas sólo fueron citadas en la prensa local en el día que fueron encontradas y otras, ni tuvieron esa suerte.

Nota.- Acompañan este pequeño comentario, varias fotografías de la citada exposición, de la autoría de mi amigo Jesús Pexegueiro Hermida .

lunes, 10 de febrero de 2014

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (y XIV)



 
 
 Bibliografía:
ACUÑA CASTROVIEJO, F., 1979, “Vigo en la Antigüedad”, en Vigo en su Historia, Caja de Ahorros Municipal, Vigo.
ÁLVAREZ BLÁZQUEZ, X. M., 2008, “Prólogo en <<Excavaciones arqueológicas en el Castro de Vigo>> José Manuel Hidalgo Cuñarro, Publicaciones del Museo Municipal de Castrelos, nº6, 1983”, Instituto de Estudos Miñoranos, Nigrán, 2008.
CAAMAÑO GESTO, J. M., 2007, “A cultura castrexa. Ocupación do territorio e cultura material”, en A gran Historia de Galicia, Tomo II, Vol. 1, Arrecife Edicións Galegas, A Coruña.
                                                  , 2007, “A cultura castrexa. Economía, sociedade, relixión e arte”, en A gran Historia de Galicia, Tomo II, Vol. 2, Arrecife Edicións Galegas, A Coruña.
CARBALLO ARCEO, X, 2006, Arqueoloxía de Galicia. Itinerarios polo pasado, Nigratea, Vigo.
                                                  , 1998, Catálogo do patrimonio arqueolóxico, arqueoloxía de Vigo e a súa historia, Concello de Vigo-Departamento de Patrimonio Histórico, Vigo.
                                                  , 2000, Os castros galegos, A Nosa Terra, Vigo.

COSTAS GOBERNA, F. J. e HIDALGO CUÑARRO, X. M., 1981, Galicia na edade do ferro (A cultura castrexa), Publicacións do Museo Municipal “Quiñones de León”, nº 4, Ayuntamiento de Vigo, Vigo.
DE LA PEÑA SANTOS, A. et alii, 1999, Historia de Vigo, Vía Láctea Editorial, A Coruña.
HIDALGO CUÑARRO, J. M., 1994, “La edad de bronce en la comarca viguesa”, Actas do III Coloquio Galaico-Minhoto, Instituto Cultural Galaico-Minhoto, Viana do Castelo, 27-29 de setembro de 1985, Cámara Municipal de Viana do Castelo, Viana do Castelo, pp. 577-589.
                                               ,  1992, La sala monográfica de las excavaciones arquológicas del Castro de Vigo en el Museo Municipal “Quiñones de León” de Vigo. Coloquios galegos de museos, Consello galego de museos, Santiago.
                                               , 1992, “Nuevas aportaciones sobre el Vigo romano”, Galicia:da romanidade á xermanización. Problemas históricos e culturais. Actas do encontro científico en homenaxe a Fermín Bouza Brey, Museo do Pobo Galego, Santiago de Compostela, Outubro, pp. 227-240.
                                               ,1990-1991, “Últimas excavaciones arqueológicas de emergencia en Vigo: castros y yacimientos romanos”, Castrelos, nº 3-4, pp.191-215.
                                               , 1989, “La romanización del castro de Vigo: el comercio de importación de cerámicas finas romanas”, Habis, nº 20, pp.279-291, Sevilla.
                                                , 1987, “La cultura castreña en Vigo”, Castrelos, nº 0, Concello de Vigo, Vigo.
                                                 ,1987, Castro de Vigo: Campaña de excavaciones 1987, Museo de Pontevedra, nº 41, pp. 145-156.
                                               ,  1987, “Materiales arqueológicos del castro de Vigo”,   Lucentum: Anales de la Universidad de Alicante. Prehistoria, arqueología e historia antigua, nº 6, pp.123-134, Alicante.
                                               ,  1986, Vigo arqueolóxico: da prehistoria á romanización, Concello de Vigo, Vigo.
                                               , 1985, Castro de Vigo. Campaña de 1983, Dirección Xeral de Patrimonio Artístico e Monumental, Xunta de Galicia, Santiago.
                                               ,  1983, Excavaciones arqueológicas en el castro de Vigo, Publicaciones del Museo Municipal “Quiñones de León”, Concello de Vigo, Vigo.
                                               ,  1981, “El castro de Vigo. Noticia preliminar de las excavaciones arqueológicas de 1981”, Publicaciones del Museo Municipal “Quiñones de León”,  Concello de Vigo, Vigo.

HIDALGO CUÑARRO, X.M., DOMÍNGUEZ PÉREZ, M. y RODRÍGUEZ SOBRAL, J.M., 1997, Castro de Vigo, Col. Rutas Arqueológicas Viguesas, Concellería de cultura, Vigo.
HIDALGO CUÑARRO, X.M. y PEREIRA GARCÍA, E., 1999, “Dos modelos de hábitat castreño en el Val do Fragoso: Castro del Mundo e Isla de Toralla”, Revista de Guimarâes I, pp.431-450, Guimarâes.
HIDALGO CUÑARRO, X.M. y RODRÍGUEZ SOBRAL, J.M., 1997, Vigo romano: a idade antiga, Instituto de Estudios Vigueses-Fundación ProVigo, Vigo.
                                                 , 1995, As raíces de Vigo: a Prehistoria, Instituto de Estudios Vigueses-Fundación ProVigo, Serie Arqueología divulgativa, nº 2, Vigo.
                                                 , 1994, Vigo hai 2000 anos: a cultura castrexa, Instituto de Estudios Vigueses, Vigo.
HIDALGO CUÑARRO, X.M. y VIÑAS CUÉ, R., 1999, “El Vigo romano y su problemática”, en Los orígenes de la ciudad en el noroeste hispánico : actas del Congreso Internacional, Lugo 15-18 de mayo de 1996, Deputación de Lugo, Lugo.
                                                   , 1999, “Vigo del siglo I al IV después de Cristo: aspectos de la romanización: castros y villas romanas”, Castrelos, nº 12, Concello de Vigo, Vigo, pp. 81-95.
                                                 , 1997, “Síntesis final de las excavaciones arqueológicas en el castro de Vigo (1981-1988): el mundo indígena y su contacto con Roma”, XXIV Congreso Nacional de Arqueología, Vol. IV, Romanización y desarrollo urbano en la Hispania republicana, Cartagena, Región de Murcia.
                                                  , 1997, “Apuntes sobre arqueología viguesa, de la prehistoria a la edad media en el val del Fragoso”, Boletín del Instituto de Estudios Vigueses, nº 3.
                                                 , 1994/1995, “Cerámicas indígenas y romanas finas del Castro de Vigo (campaña de 1988)”, Castrelos, nº 7/8, Concello de Vigo, Vigo, pp. 97-116.
                                               , 1992-1993, “Nuevas cerámicas romanas de importación del Castro de Vigo: Campaña de 1987”, Castrelos, nº 5-6, 1992-1993, Concello de Vigo, Vigo.
RODRÍGUEZ PUENTES, E., 1987, “La Cerámica estampillada del Castro de Vigo”, Castrelos, nº 0, Concello de Vigo, pp. 115-134.
RODRÍGUEZ SEOANE, M. C., 1973, Noticias de prehistoria en torno a Vigo y su ría, Caja de Ahorros Municipal de Vigo, Vigo.
 Nota.- Enas las fotografías, tres publicaciones monográficas sobre el castro de Vigo: las dos primeras corresponden a la síntesis de las memorias de las excavaciones arqueológcas desarrolladas de 1981 a 1983; y la otra, es de caracter netamente divulgativo y de información del yacimiento arqueológico.


domingo, 9 de febrero de 2014

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (XIII)




 
 

Glosario
Ánfora: vasija romana de gran tamaño con dos asas utilizada para el transporte, fundamentalmente por vía marítima, de sólidos como la sal y líquidos como el aceite y el vino.
Arybalos: recipiente pequeño, de forma globular empleado para guardar perfumes, elaborado en pasta vítrea. La mayoría de los que conocemos en Galicia son de origen púnico.
Caetra: pequeño escudo redondo, muy característico de la cultura castreña que aparece representado con frecuencia en las esculturas de los llamados guerreros castreños. Por ampliación, también se denomina así una moneda acuñada en época de Augusto que lleva representado en el reverso este tipo de escudo y que aparece con frecuencia en el noroeste.
Dolio / dolium: gran recipiente cerámico, generalmente de forma globular, utilizado para guardar alimentos sólidos o líquidos. Su uso es muy frecuente en época romana, pero también se conocen ejemplares procedentes de castros romanizados.
Fíbula: broche a modo de imperdible utilizado para la sujeción de la ropa. En el mundo castreño y romano, existen una gran variedad de modalidades con múltiples cronologías.
Fusayola: pieza circular realizada generalmente en cerámica o piedra con un agujero central que entre los múltiples usos que puede tener predomina la idea de que se utilizaría para formar parte de los husos utilizados en el hilado.
Ímbrice: tipo de teja curva alargada y acanalada de época romana, pero que también aparece en yacimientos castreños romanizados. Generalmente se utilizaba para cubrir los bordes de las tejas planas o tegulae.
Lucerna: lámpara de época romana que ilumina mediante una mecha y aceite, generalmente realizadas en cerámica o bronce. Existen varias modalidades cuya tipología proporciona datos cronológicos. Algunos ejemplares se documentan en época castreña gracias al comercio de importación.
Lúnula: adorno metálico a modo de colgante que recibe este nome pola súa forma de lúa crecente. Se conocen ejemplares sobre todo en la orivería castreña.
Paredes finas: término utilizado para designar un tipo de cerámica romana, generalmente de mesa, que tiene unas paredes muy delgadas. Aparecen en castros romanizados y proceden de los talleres de Melgar de Tera (Zamora), aunque muchas veces son simples imitaciones.
Pondos: pesa de telar, generalmente de forma piramidal, con un agujero en su parte superior para colgarla del telar.
Sítula: tipo de recipiente de metal de forma cilíndrica u oval, generalmente provisto de un asa móvil. Los remaches donde se articula el asa suelen estar ricamente decorados, en algunos casos con mascarones.
Sigillata: tipo de cerámica de mesa de gran calidad y de color rojizo, realizada a molde. Existen distintas tipologías que abarcan una amplia cronología.
Tégula: tipo de teja plana con los bordes realzados de época romana. Algunas llevan marcas digitales y cuando se fabrican en una olería militar llevan el nombre de la unidad militar que las fabricó.
Nota.- Enas fotografías, de arriba hacia abajo, "tégula" en "situ" localizada en la campaña de 1985; fragmento de lucerna encontrada en la excavación de 1982; fragmento de "sillata" itálica, envcontrado en la misma campaña arqueológica; y por último, otra tégula "in situ" localizada "in situ" sonre un pavimento exvadado en la roca base, en un sondeo.

sábado, 8 de febrero de 2014

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (XII)




 
 
 
 

 Conclusiones
De nuestra primera aproximación histórica y arqueológica al Castro de Vigo, podemos extraer, en primer lugar, algunas ideas relativas a la cultura castreña y a la romanización viguesa.
Nos hemos acercado a un poblamiento castreño que tendría su origen en la acrópolis del monte, desde donde se iría expandiendo por las laderas, siendo esta última parte ocupada sería la que encontramos hoy totalmente destrozada por la actividad humana -especialmente por la construcción de la fortaleza del XVII-  realizada en el lugar durante los siglos siguientes. Como veíamos también indirectamente, los resultados obtenidos durante las ocho campañas de excavación se reducen a las intervenciones de la zona NW del yacimiento, así como a la ladera opuesta.
A partir de los datos del registro arqueológico, en especial a partir de la gran cantidad de material de importación romana, los especialistas destacan la importancia del puerto de Vigo como un centro fundamental para el comercio del norte peninsular en época romana. Hidalgo Cuñarro (HIDALGO, 1997 A) cree en la posibilidad de que en un primer momento este puerto actuase simplemente como un punto de recalada para el abastecimiento de agua y comida, pasando más tarde a producirse intercambios a mayor escala: importación de productos de lujo a cambio de materias primas, sin abandonar la provisión de alimentos e instrumentos necesarios para continuar la navegación (HIDALGO, 1994-1995). La enorme extensión del castro (17 ha) reforzaría la idea de la importancia de Vigo en la Antigüedad.
La cultura material del castro llevó también a los arqueólogos a establecer la época de auge del poblamiento alrededor de mediados del siglo I d.C. (como revelan claramente los abundantes vestigios cerámicos y numismáticos, además del hecho de que reciba población de otros pequeños castros y se intensifiquen sus relaciones comerciales con Italia, Francia y el sur de la península Ibérica), decayendo progresivamente hasta llegar a un siglo II d.C. en el que ya comienza la despoblación. De forma paralela a la pérdida de población del castro de Vigo, se produce un aumento demográfico en el Vicus Heleni (siglos II-IV d.C.), en las cercanías del pequeño embarcadero de la calle Hospital y en las villas marítimas dedicadas a la fabricación de salazones que jalonan el litoral de esta zona (entre las que cabe destacar Villa de Toralla)
. El estudio del Castro de Vigo resulta de suma relevancia, por tanto, para estudiar la evolución de la sociedad castreña a la galaico-romana –poniendo en evidencia, en contra de la opinión tradicional, la temprana romanización en esta zona del Noroeste peninsular; a la vez que permite el análisis de las relaciones comerciales que mantiene este territorio con otros puntos europeos.
Además de lo anteriormente expuesto, las investigaciones realizadas en el Castro de Vigo contribuyeron, mediante su aportación material, a la destrucción de dos tópicos historiográficos: el de la Galicia celta y el de la romanización galaica como un proceso violento. En opinión de Hidalgo Cuñarro, este poblado castreño y galaico-romano prueba la necesidad de revisar la hipótesis de la migración céltica, a la vez que lleva a la certeza de que el primer contacto indígena-romano tuvo un carácter pacífico y pactual, una vez conquistada belicosamente el norte de Portugal y el área leonesa.

Además de estas conclusiones de tipo estrictamente histórico, durante el desarrollo de este trabajo sobre el Castro de Vigo hemos podido detectar la imperiosa necesidad de un nuevo estudio sobre este yacimiento: un estudio sistemático de ordenación de los datos arqueológicos disponibles, que, con una intención sintética, haga hincapié en la interpretación histórica de las estructuras y los materiales más significativos. Hasta la fecha, la bibliografía tiene o bien un carácter netamente monográfico –centrándose en una campaña determinada o en un aspecto concreto de la cultura material, como puede ser la cerámica-, o bien un carácter excesivamente didáctico y divulgativo –como es el caso de muchas pequeñas publicaciones del Museo Municipal.
 En este sentido, nuestro ejercicio intenta aproximarse a una visión global y actualizada de los conocimientos sobre el Castro de Vigo, aunque con las limitaciones propias de la formación e inexperiencia de las autoras. Sería necesario, pues, un trabajo riguroso y profesional, del que nuestra labor no podría considerarse más que un boceto.
Ese trabajo de investigación exhaustivo podría resultar de utilidad para levantar sobre sus bases un proyecto de limpieza, consolidación y conservación sólido y eficaz, que preserve la riqueza arqueológica del yacimiento para el disfrute inmediato de los ciudadanos (acondicionando el Monte del Castro de forma global) y para las inquietudes de los investigadores (incorporando este campo entre los objetivos del nuevo proyecto de musealización del Concello, dinamizando el papel del Museo o, dicho sea de paso, facilitando el acceso a materiales como los del Almacén de la Sección de Arqueología).
Todo este proceso de revisión, actualización, profundización y difusión del estudio del Castro de Vigo sería sumamente interesante, porque sólo desde el conocimiento –y no desde el uso lúdico-turístico, siempre  superficial y efímero- se hace realmente valorable nuestro patrimonio arqueológico.
Nota.- En las fotografías, de arriba hacia abajo: Hogar de una vivienda del siglo I. antes de Jesucristo; fondo de cabaña excavado en la roca base, del siglo III antes de Jesucristo; cerámica pintada romana, de alfares penínulares; vivienda galaico-romana del siglo I después de Jesucristo; y monedas romanas de bronce, de los emperadores Octavio Augusto y Tiberio.




viernes, 7 de febrero de 2014

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (XI)




 
 

 Estado actual y problemática
Bajo este epígrafe, intentaremos sintetizar los elementos que definen el estado de conservación en el que se encuentra en la actualidad el Castro de Vigo. Para ello nos nutriremos de nuestra experiencia directa sobre el terreno, infinitamente enriquecida por los comentarios, aclaraciones y precisiones in situ de José Manuel Hidalgo Cuñarro.
Tras la campaña de 1988, se decidió abandonar la excavación sistemática del castro, entendiendo que la realización de campañas sucesivas no aportaría, en principio, elementos significativos para la interpretación global del yacimiento. Los sondeos realizados por toda la superficie del monte venían a reforzar esta idea, al confirmar sus estratigrafías la cronología general dada al castro, como hemos visto en el cuerpo de este trabajo.
A partir de la finalización de los trabajos arqueológicos, y pese a que se continúa trabajando sobre los materiales en el Departamento de Prehistoria y Arqueología del Museo de Castrelos, se produce una degeneración progresiva del entorno del yacimiento: no se regula el acceso de los visitantes de ningún modo, ni se protegen las estructuras excavadas, dando lugar a fenómenos tan poco favorecedores para un estado de conservación óptimo como son los “botellones” juveniles. Sin duda, el hecho de estar el Castro de Vigo en el centro de la ciudad y además dentro de un parque público contribuyó a esta rápida degradación.
En el momento en el que realizamos este trabajo de aproximación bibliográfica completado por la visita al yacimiento, se está trabajando en la limpieza y restauración de las viviendas del área situada en la Ladera del Poniente, donde habían aparecido las primeras estructuras. Se trata de un proyecto promovido por el Concello de Vigo y Patrimonio Histórico y que se enmarca dentro de la dotación presupuestaria del Plan Español para el Estímulo de la Economía y del Empleo (Plan E). En un plazo de ocho meses, los objetivos son conservar los vestigios excavados del castro y adecuarlos para su visita, “musealizándolos” en el propio sitio arqueológico.
Más concretamente, se están reconstruyendo dos viviendas castreñas y una galaico-romana, dotándolas de todos los detalles (cubierta de paja, hogar central, bancos corridos, reproducciones de recipientes cerámicos, motivos decorativos castreños en alguna piedra exterior, techumbre de tégulas…) que permitirán al visitante –como pudimos comprobar personalmente aprender el modo de vida de la población del Castro de Vigo. Se trata de tres construcciones realizadas ex novo, con lo que no se modifica realmente ninguna de las estructuras excavadas. 
Si bien valoramos positivamente este proyecto de conservación y musealización, no podemos dejar de mencionar que no se trata de una “puesta en valor” integral del yacimiento: en primer lugar, porque atañe a una mínima parte del mismo, continuando el descuido en el resto del monte en el que se encuentra el castro; y en segundo lugar, porque en el plan previsto no existe ningún tipo de consideración acerca de la dimensión divulgativa y formativa que cabría esperar que tuviese.
Esta impresión subjetiva tras la visita del yacimiento sale reforzada cuando se visita el Museo “Quiñones de León”, en el que se aprecia  un creciente desinterés por la temática arqueológica desde que a finales de los noventa Hidalgo abandonase su dirección. Prueba elocuente de ello es el hecho de que haya desaparecido la Sala Monográfica que el Castro de Vigo ocupaba dentro de la Sección de Arqueología, o que entre la plantilla de la institución municipal no se encuentre en la actualidad ningún arqueólogo.
Los restos materiales del Castro de Vigo se dispersan en la sala de Arqueología, entre las subsecciones de Prehistoria, Arqueología y Romanización. A excepción de ciertas piezas, que se presentan didácticamente al visitante mediante la reconstrucción de su uso original (como en el caso de las fusaiolas o los pondus), consideramos deficiente su exposición, en el sentido de que la información es la mayor parte de las veces demasiado escueta –privilegia el dato y obvia el contexto y la interpretación-, y en otros incluso inaccesible: por ejemplo, los números que se asignan en la vitrina a cada objeto, para encontrar su explicación en el panel correspondiente, son en ocasiones imposibles de identificar.
En suma, el futuro investigador sobre el Castro de Vigo tendrá que lidiar con una problemática que abarca desde el estado de conservación del yacimiento en sí hasta el difícil acceso al estudio de los materiales, pasando por el desinterés de las autoridades políticas y del propio Museo al respecto.
Nota,. En las fotografías, de arriba hacia abajo: estructuras reconstruidas en la última intervención arqueológica en la ladera poniente; derrumbe de pared y tejado de una vienda romana en la zona del poniente, excavada en área, en la campaña de 1983; y por último, uno de los sondeos realizados la ladera naciente, en las excavaciones de 1987, con localización de construcciones castreñas y hoy en día cubierto de tierra.

miércoles, 5 de febrero de 2014

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (X)




 
 

Numismas
Se localizaron gran cantidad de monedas romanas, casi todas en bronce, aunque hay algún caso de plata.
Las monedas más abundantes son las de Octavio Augusto : seis ases de bronce y un quinario de plata con cecas en Celsa, Calagurris, Caesar Augusta, Évora y Emérita Augusta. Hay también una moneda de Agripa (un sextercio con la siguiente cronología: 39-27 a.C.), un as de la Caetra, con ceca en el Noroeste peninsular, de Tiberio (14-37 d.C.), y una pieza de una ceca de Gades (45 a.C- época de Claudio). También se han encontrado un denario de plata de Vitelio, un dupondio de Rómula Augusta de Trajano y un as de cobre de Adriano.
 Restos metálicos
En el yacimiento que estamos estudiando han aparecido numerosos clavos de hierro, arcos, argollas, láminas, placas, hojas de sierra, hojas de cuchillos, puntas de lanzas, jabalinas…
En cuanto al bronce, se han documentado diversos tipos de fíbulas, como las de charnela, las transmontanas, las de largo travesaño sin espira, en omega y en forma de lunulae; alfileres, tijeras, asas de sítulas o dedales.
Restos de vidrio
Son bastante frecuentes los fragmentos pertenecientes a botellas, cuencos de costillas, fichas de juegos (tessalae, en época romana) y cuentas de collar o de pulsera. Otros restos pertenecen a recipientes sin identificar, de diferentes coloraciones (azules, marrones, verdes). Abundan las fichas de juego –que suelen ser redondas y aplanadas, de tonalidad blanca y azul- y también las cuentas de pasta vítrea de color azul o amarillo, e incluso algunas con varios colores.
 Restos líticos
Los restos de piedra más abundantes en el castro son los molinos circulares, algunos de los cuales estaban formando parte del muro de una vivienda, lo que indica una reutilización de los mismos.
Existen también “poutadas” o pesos de red hechos en cuarcita, lo que evidencia cierta actividad pesquera, y algunas gemas que se engastarían en anillos u otro tipo de joyas; piedras de afilar y alisar, hachas pulimentadas, etc. Sin duda, el material más interesante de los pétreos es un entalle de ágata que representa una cuadriga con su auriga, que se puede fechar en torno a la mitad del siglo I d.C . 
Restos faunísticos
Una de las campañas que proporcionó más información con respecto a este punto fue la de 1987( HIDALGO, 1992-93), en la que se localizó un pequeño “concheiro”, con gran cantidad de huesos de animales, que se pudieron identificar como de canis familiaris (perro), lepus capensis (liebre), sus (cerdo), bufo bufo (sapo) y gallus domesticus (gallina), todos ellos interesantes para el conocimiento de las actividades agropecuarias.
Además de estos huesos, también se han podido documentar en el castro restos de productos marinos, como lapas, caramujos, berberechos, ostras, vieiras, navajas o mejillones, siendo estos restos realmente interesantes para estudiar la dieta alimenticia de los habitantes del Castro de Vigo.

En definitiva, y a partir de la cultura material, se puede observar en el castro un fuerte y temprano contacto con el mundo romano, como atestiguan las dataciones arqueológicas de los materiales de importación. Este contacto, como habíamos visto al estudiar las estructuras del yacimiento, provoca transformaciones socioeconómicas que repercuten en la tipología constructiva y la utilización de los espacios. Con todo esto, el sitio arqueológico del Castro de Vigo nos documenta ampliamente la fase de transición de la cultura castreña a la galaico-romana.
Nota.- En las fotografías y de arriba hacia abajo: Monedas imperiales romanas de bronce, entalle de ágata de anillo romano; y fíbula de bronce del tipo "trasmontano".

EL CASTRO DE VIGO: ESTADO ACTUAL DE LAS INVESTIGACIONES (IX)



 
 
 Cerámica Romana Fina
De cerámica campaniense se han detectado con seguridad fragmentos del tipo A y B, y se cree que hay fragmentos que podrían corresponderse con el tipo C (HIDALGO, 1997 A). Los especialistas creen también que estos fragmentos pertenecerían a diferentes páteras. Algunas de estas cerámicas se relacionan directamente con el fondo de cabaña encontrado en la campaña de 1986, fechando perfectamente esta estructura en torno al siglo II a.C.
La cerámica fina más abundante en el castro de Vigo es sin duda alguna la “terra sigillata”, en sus modalidades itálica, gálica e hispánica. Muchas de las sigillatas itálicas conservan las marcas de alfarero que identifican a sus talleres de la comarca de Arezzo. Un ejemplo sería el fragmento, con la marca in planta pedis, en el que se puede leer: …R....CI...
También abundan las sigillatas gálicas, entre las que destaca un fragmento que representa un grifo alado. Pero de todos los tipos de sigillata, la que mayor presencia tiene en el castro de Vigo es la hispánica, con gran variedad de motivos decorativos. Con frecuencia, presentan marcas de alfarero que indican una procedencia diversa: de Jaén, de la zona de la Rioja, etc.
Sin embargo, la sigillata más significativa del castro es la sigillata marmorata, detectada durante la campaña de 1981. Se trata de tres extraños fragmentos pertenecientes al borde de pequeñas vasijas, posiblemente de las formas Ritt. 8. y Drag. . Con probabilidad, serían pequeñas copas para salsas. Provienen del famoso taller gálico de la Graufesenque, y cronológicamente se fechas entre Claudio y Vespasiano. La extrañeza de estos fragmentos reside en el hecho de que en Galicia, además del caso vigués, sólo se ha podido documentar sigillata marmorata en Lucus Augusti (Lugo), pero en escasa cantidad.
Además de la variedad de sigillatas, existen otros tipos de cerámica fina, como son la cerámica pintada –de pasta de color claro y la pintura de color ocre o marrón, cuyos  talleres posiblemente estén situados en el Norte de Portugal; o los fragmentos de lucernas que se pueden fechar hacia época julio-claudia. Destaca en este sentido un fragmento de lucerna de volutas que conserva parte de una Niké o diosa alada de la victoria .
Cerámica Romana Común
Según su función, se puede clasificar en cerámica de cocina, de mesa y de transporte.
Son muy numerosos los restos de cerámica común que nos refiere la bibliografía especializada. Destaca una jarra localizada en la campaña de 1984 que posee en la parte central de su cuerpo un “graffiti” de una rosácea de seis pétalos inscrita en una circunferencia: mide 20 cm de altura y 8,5 cm de diámetro en su boca, con un asa de sección elíptica. El graffiti se puede fechar hacia la primera mitad del siglo II d.C., por analogía con los que se observan en las estelas funerarias romanas de la calle Pontevedra (HIDALGO, 1997 A).
La cerámica común de mayor presencia en el Castro de Vigo viene dada por las ánforas, siendo especialmente abundantes las imperiales hispánicas (de la familia de las Haltern 70: I-III d.C.), utilizadas para transportar salazones. Además de las Haltern 70, se han encontrado fragmentos de Dressel I en sus variantes A, B y C (II a.C. – época augústea), que se considera un auténtico fósil-director.
El ánfora completa  localizada en 1987 en lo que podría ser un basurero de ánforas, del tipo Haltern 70, es uno de los materiales más significativos del yacimiento.
Además de las ánforas, también se han encontrado diversas pesas de telar o “pondus” y materiales de construcción romanos, como numerosas tégulas.
Nota.- En las fotografías de arriba hacia abajo: jarra romana con "grafitti" de una rosácea incricta en un círculo, fragmento de "terra silligata" sudgálica con marca de alfarero y ánfora imperial romana entera.